¿tienes una panadería?

DEZA: (II) Nota: el mensaje anterior ha quedado mutilado...

Por su interés, me tomo la confianza de “robarle” a María Dolores Picazo este mensaje del foro de Soria, que ella se ha tomado la molestia de buscar. Yo también leí hace tiempo el libro de Serafín Fanjul. Intenté hacerlo expectante y, sobre todo, libre de prejuicios. Ni conocía a su autor ni había oído hablar del libro y me dije: “A ver qué se cuece por aquí”. Después comprobé que el hatajo de los que van por ahí difundiendo un Al-Ándalus de cartón piedra, en vez de rebatir con argumentos –y documentalmente- lo escrito por este autor, prefirieron tirar por el atajo de matar al mensajero. Es más cómodo y de mejores efectos en un país tan indocumentado como el nuestro.

LA QUIMERA DE AL-ANDALUS - Serafín Fanjul”

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Publicado por javier
Si alguien vio estas Navidades un reportaje sobre Granada en “España Directo” (TVE), pudo oír como la periodista hablaba de los musulmanes del Albaicín, que dan a la ciudad su carácter “auténtico” desde la Edad Media, y llevan haciéndolo desde entonces, “ininterrumpidamente”, hasta nuestros días. Disparates como éste y otros menos inofensivos como la búsqueda de argumentos en un pasado mítico con la intención de fundar realidades presentes- llevaron al arabista Fanjul a escribir “Al-Andalus contra España” (libro que me atrevo a recomendar) cuyo relativo éxito dio pie a este otro, concebido más como complemento que como continuación, y con la intención de ofrecer más elementos de juicio y argumentos frente a la marea de tópicos y falsedades políticamente correctas que rodean la historia de al-Andalus y, en general, la famosa convivencia de las tres culturas en la península ibérica.

Hay que decir que el autor es un académico serio y riguroso, aunque el libro esté escrito con vocación divulgativa y sea ameno y fácil de leer, y que los argumentos que ofrece son sólidos y resultan convincentes, entre otras cosas porque están apoyados por textos y documentos de la época en cuestión. El tal Fanjul es catedrático de Literatura Árabe, conoce la época de la que habla, y sobre todo conoce la lengua árabe y el Islam, algo no muy habitual-, lo que hace que desmonte con mucha facilidad las teorías y fabulaciones varias de escritores, periodistas, políticos y hasta cantantes de flamenco, que de todo hay, ya que por lo que parece aquí todo el mundo opina. Si en el libro anterior había pasajes antológicos en los que señalaba los errores de bulto -no pequeños gazapos- de Antonio Gala, en este dedica un capítulo a la novela histórica y deja bastante mal parados a escritores como Noah Gordon, entre otros. No está de más recordar que los autores de los errores venden millones de libros y del que los corrige apenas se sabe quién es. Da que pensar. Claro que la cosa es peor cuando los dislates están publicados por la Universidad de Granada o la Junta de Andalucía, por ejemplo, no siendo el más grande la continua asociación de al-Andalus y Andalucía como sinónimos. Fanjul repite, un poco harto- que la última no existirá, tal y como hoy la conocemos, hasta 1833 y a partir de una reorganización administrativa que unifique la actual Andalucía occidental con el reino de Granada (las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería).
En general, las tesis del autor son las siguientes: la singularidad de al-Andalus en realidad no lo fue tanto, como prueban otros territorios, desde Sicilia a la India, que fueron también escenario de avance y retroceso del Islam. Tampoco fue un paraíso, y la llamada “convivencia” de las tres culturas en la península fue en realidad una mera yuxtaposición de comunidades definidas no por su localización geográfica o la pertenencia a tal o cual reino, sino principalmente por la religión, lo que dio lugar a una coexistencia indeseada en la que, a uno y otro lado de la frontera, la religión mayoritaria fue responsable no ya de degollinas periódicas de las otras dos- que también- sino de una situación general de sometimiento de las demás comunidades mucho más próxima.

(II) Nota: el mensaje anterior ha quedado mutilado por un punto final, donde tendría que ir puntos suspensivos: "de las demás comunidades mucho más próxima...
(sigue):
al apartheid que a la tolerancia de la que hoy hablamos. Algo que suele escamotearse al recordar los surtidores del Generalife y demás visiones edulcoradas de al-Andalus. Un caso paradigmático es el del judío Maimónides, forzado a convertirse al Islam, exiliado, posteriormente condenado a muerte y, como colofón, exhibido en la Córdoba de nuestros días como ejemplo de la convivencia pacífica entre las tres religiones.
Pero va más allá.: las pervivencias islámicas en la España de hoy son mínimas. En el idioma tan mencionado en estos casos los restos del léxico árabe no pasarían de 0,6%, la mayoría referidos a utensilios y usos agrarios que hacen que su vigencia en el castellano vivo sea aún menor. En costumbres, gastronomía, arquitectura, etc, los restos serían mínimos, y en este sentido señala la atribución popular de todo aquello que resulta antiguo en España “a la época de los moros”, desde el arco de herradura visigodo a la teja romana.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
(III)

Capítulo aparte es aquello de que en España, o en Andalucía, “todos descendemos de los moros”. El autor muestra como el avance de la reconquista y las consiguientes fugas y expulsiones fue seguido de repoblaciones de norteños santanderinos, asturianos, gallegos, catalanes que formarían la base de los actuales habitantes del sur peninsular, minimizando los matrimonios mixtos como insignificantes, ya sea por la oposición a ellos de ambas religiones como por el rechazo de ambas comunidades ... (ver texto completo)