¿Y no se perdía, abuelo, algún gallo como el que vemos en la foto...? Porque la tentación, sobre todo cuando hay hambre, es tremenda. Y encima pasando la comida tan apetitosa, por delante de tu misma casa.
Mi abuela me decía que de vez en cuando si que se perdía alguna gallina y que ya no aparecía por mucho que la buscases pues cuelquiera sabía donde podían estar sus huesos.
Saludos.
Mi abuela me decía que de vez en cuando si que se perdía alguna gallina y que ya no aparecía por mucho que la buscases pues cuelquiera sabía donde podían estar sus huesos.
Saludos.