DEZA: También recibía el nombre de chita la taba o astrágalo...

También recibía el nombre de chita la taba o astrágalo de los corderos; huesecillo menudo que —a guisa de dado— se utilizaba en juegos de azar y que también se jugaba a escondidas cuando se apostaba por las mismas razones descritas anteriormente.

Haciendo referencia al objeto arrojadizo, el juego recibió posteriormente el nombre de tejo, ya que en ambientes urbanos era más habitual encontrar trozos de teja aptos para el juego. Del arrojo, decisión e insistencia necesarias para tirar bien los tejos se pasó al sentido figurado de insinuar a una persona el interés amoroso que se tiene por ella. A la que se miraba con insistencia, se cortejaba y se rendían constantes atenciones se decía que le tiraban los tejos y tirar los tejos pasó a significar iniciar un cortejo.

También era frecuente que los muchachos, tímidos, lanzasen desviado su tejo intencionadamente para que fuera a caer a los pies de la chica que le gustaba cuando las muchachas observaban el juego. De esta manera tenían excusa para acercarse a ella al ir a recoger su tejo y poder así intercambiar miradas furtivas, sonrisas y comentarios. Esto llevaría a más de uno a afirmar que fulanito le está tirando los tejos a menganita, como una expresión literal de un hecho y no de una actitud