DEZA: Hola Abuelo: Efectivamente los reveses no los vamos...

ATRÉVETE A VIVIR

“Vivir sin nervios y vivir con plenitud incrementa la calidad de vida y noS hace más felices. Porque el miedo frena e impide hacer lo que quieres hacer, no deja que tu energía fluya y debilita el bienestar y la salud en general. Además, el miedo impide la capacidad de razonar con libertad, discernir entre posibles caminos o iniciar otros despejados y nuevos. Decidir bajo la influencia del miedo no suele llevar a la plenitud, ni a la claridad de ideas, la transparencia o la luz. Para fortalecerte has de liberarte de algunas debilidades y complejos, y, sobre todo, dejar de compararte con los demás. En cambio, aceptarte fortalece tus cualidades y te ayuda a ser tú mismo”

Existen muchas personas que se van de este mundo sin haber entrado en él. Me refiero a los que son tan precavidos, que no se casan por no tener que compartir. No tienen gatos, ni perros, ni pájaros, porque no dan más que problemas. No tienen coche, porque sólo sirve para gastos. En fin que quizás no salen de casa por si llueve y se pueden mojar. Estas personas pasan la vida de puntillas y, salvando las distancias, como decía Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí.....”; aunque ellos ni siquiera esperan la “alta vida” de la santa de Ávila.

Cuando uno se involucra en la vida, se convierte en protagonista perpetuo de la misma y vive la excitación, el éxito y el fracaso. La vida se convierte en una aventura permanente, en una escuela que te sirve para formarte. Si compartes vida con otra persona, con felicidad y momentos difíciles, formarás una familia, estarás pendiente del devenir de todos sus miembros, disfrutarás y sufrirás de todos los acontecimientos en los que ellos se vean inmersos. Si tienes animales de compañía, observarás la vida de cerca de estos seres, que te quieren de forma incondicional, que se sienten miembros de la familia y que, incluso, se sitúan en un grado de jerarquía dentro de ella. Si tienes coche, puedes trasladarte al lugar de trabajo y disfrutar de las vacaciones y otros días de asueto. Y si sales de casa y te mojas, comprobarás que estás vivo.

Y en el largo proceso de la vida, encontrarás muchos problemas, pero habrás conocido a muchas personas que merecen tu atención, a muchos que te han enseñado a caminar por la senda de la verdad, a muchos a los que amar y muchos con los que compartir. Y si encuentras personas a las que puedes ayudar a seguir adelante, puedes estar seguro que todos los esfuerzos que realices por ellos, son bien empleados. Estamos en este mundo, independientemente de las ideas en cuanto a lo físico y lo metafísico, para vivir hasta que nuestro cuerpo aguante. Si no lo hacemos, desde que nacemos, estaremos en una muerte permanente.

Estás cojonudo, José-Luis, filosofando a estas horas de la mañana. Me llama la atención que tengas la mente tan despierta a estas alturas de la noche o al inicio de la madrugada, como mejor te parezca y nos des tan buenos consejos para ser felices. La verdad es que tienes toda la razón en todo en lo que nos expones; pero del dicho al hecho va mucho trecho. Estoy seguro que la mayoría de las personas pensamos como tú. La cosa muchas veces no sale como queremos o por lo menos como esperamos. Me decía un compañero que el planeaba sus vacaciones con todo detalle y el primer día que las empezó se le avería el coche en mitad del camino. Al otro pilla un catarro que lo tiene incluso en cama un par de días. Al siguiente, una hija suya sufre un accidente, con el coche de una amigo y... podía seguir contando; pero paro. Este hombre decía que nunca más programaría nada pues el azar lo desbarata todo y lo mejor es dejarse llevar de la corriente de la vida y aguantar los chaparrones cuando caigan.

Y es que si no existiesen los contratiempos y la desventura todo sería muy bello; pero...

De todas maneras José-Luis, estoy contigo y te felicito por tu artículo, que es excelente.

Un abrazo.

Hola Abuelo: Efectivamente los reveses no los vamos a evitar; pero esto sucede en cualquiera de los casos. Estoy convencido de que el que no arriesga y no afronta una vida "normal", se estará enfrentando a muchísimos más problemas que si vive con optimismo. Emocionalmente el pesimista, además de las dolecencias que le correspondan de tipo físico, tendrá que cargar con otras muchas de tipo psicológico. Así que no le busques tres pies al gato. En cuanto a la mente despierta, tiene su explicación. He tenido una crisis de dolor agudo en la zona lumbar y dorsal, me han puesto cortisona y no te puedes imaginar lo que dan de sí las glándulas suprarrenales cuando se les estimula. Es lo mismo que poner turbo a un motor. Pero todos sabemos que el régimen de crucero es más conveniente para los motores y para los cuerpos. En fin seguiremos con buen ánimo para superar todas las dificultades posibles, porque una cosa es perder el miedo a la muerte y otra esperarla con los brazos abiertos.

Un abrazo