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DEZA: El pueblo de Moros....

Esta Foto esta tomada, en un traslado desde los Quiñones a la era del Cabezuelo, la maquina es un Ajuria nº3, los tres que estan en la foto, el primero es Manuel, el segundo Pepe Aguado, y el el otro el sirviente Santiago natural de Moros.

Nuestro amigo nos ha explicado en dos líneas lo que yo, sin ánimo de lucrarme en nada, he ido desgranando en unos cuantos links. Solamente me falta decir que Moros es un pueblo que está a cinco leguas aproximadamente de distancia de Deza, situado en el sistema Ibérico, lo mismo que nosotros; pero en el valle del rio Manubles y no en el del Henar, ambos afluente del Jalon. Dista de Zaragoza 113 kilómetros, por la salida a la autovía de Ateca.

Antigua plaza fronteriza entre Aragon y Castilla, su historia esta ligada a las luchas que en tiempos sostuvieron los dos reinos, sobre todo en la lucha de los Pedros I y IV. El nombre de Moros se debe, segun la tradición, a que fue lugar de moros.
Sus archivos fueron quemados por los franceses y posteriormente, en la guerra civil española, se consumó la destrucción de los mismos, por lo que resulta dificil dar con antecedentes historicos exactos.
Se accede al casco urbano por La Portilla, llamada asi a causa de la estrechez que presenta. Posee las caracteristicas de un pueblo medieval, con arcos y pasadizos y túneles subterráneos.

Digno de visitar.

Un abrazo.

El pueblo de Moros.

El pueblo de Moros se puede visitar si estás en Deza. Tiene una población de unos quinientos habitantes y está localizado a una altura sobre el nivel del mar de 791 metros. Ofrece uno de los cascos urbanos más atractivos y pintorescos de la comunidad de Calatayud (Zaragoza). Para disfrutarlo y entenderlo bien, es necesario descender desde la plaza por las callejas que zigzaguean por la vertiente sureste, el barrio del Perú, por el turruntero hasta el cauce del Manubles, cruzar el río rodear el pueblo y ascender por la vertiente norte hasta situarse frente a la iglesia parroquial y los restos de un castillo musulmán.

Pero aquí no son la fortaleza ni el templo quienes dotan a la estampa de un atractivo especial y único: son las casas, cientos de casas, altas, apretadas, terrosas, hermosísimas, arracimadas en la vertiente soleada del monte, sobre la vega estrecha de huertos y de frutales bien regados. Las viviendas, levantadas con tapial y cubiertas por teja árabe de tonos rojizos y ocres, se levantan unas encima de otras y tienen vanos que se abren para captar ese sol que se detiene en el meandro del río como en un regazo. Algunas ventanas presentan marcos encalados y en ciertas casas han recubierto con cal toda la fachada, pero el blanco no rompe la armonía cromática del pueblo: más bien contribuye a destacar la calidez y la calidad plástica de un conjunto que resulta insuperable.

Otro atractivo singular de Moros está en el río, cuyas riberas rebosan tranquilidad y silencio. Junto a sus orillas encontramos una fuente junto a cada uno de los dos puentes de la localidad, una de ellas en el estribo izquierdo.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Por cierto, me decías que me enviabas un correo, pero no ha llegado.
Un abrazo.