Viendo esta fotografía me recuerdo de cuando las mujeres hilaban la lana a la puerta de su casa. El proceso requiere explicación pues es laborioso y entretenido. Además se practicaba de la misma manera desde la prehistoria. Habíamos adelantado muy poco.
Lo primero que hay que hacer es coger la oveja y esquilarla para obtener la lana. La lana hay que lavarla cuidadosamente y secarla.
Un abrazo.
Lo primero que hay que hacer es coger la oveja y esquilarla para obtener la lana. La lana hay que lavarla cuidadosamente y secarla.
Un abrazo.
Esquilar es un verbo que significa cortar el pelo, vellón o lana de los ganados y otros animales. Por lo tanto si esquilamos las ovejas obtendremos la lana. Con la lana se hacen infinidad de prendas de abrigo; pero la lana hay que acomodarla o sea desenredar las fibras que han permanecido durante un año enredadas a su manera, cubriendo la res, excepto en sus patas, cabeza y barriga. Lo primero que se hace con el vellón obtenido, es lavarlo a conciencia para desengrasarlo y dejarlo limpio y sin olor. Después hay que cardar la lana. El verbo cardar significa pasarla por cardos. Por esos cardos que precisamente de llaman cardadores porque hacían esa labor. Son aquellos que también se llaman peines de gitana.
Un abrazo.
Un abrazo.
La lana que se va cardando de reúne toda junta para después ir formando gruesas madejas que serán el inicio de nuestro trabajo de hiladores. Estas madejas se enrollan en la rueca que colgaremos por encima de nuestras cabezas y de la cual iremos haciendo hebras de igual grosor, que al torcerlas con el uso al que haremos rotar, obtendremos el hilo que iremos enrollando en un ovillo.
Un abrazo.
Un abrazo.
El huso.
Un huso es un objeto que sirve para hilar fibras textiles. En su forma más simple es un trozo de madera largo y redondeado, que se aguza en sus extremos[1] y que en uno de ellos, normalmente el inferior, lleva una pieza redonda de contrapeso y tope, llamada malacate, nuez, tortera o volante.
Para hilar con un huso se comienza por tomar un copo de alguna fibra textil como lana o algodón y se retuerce una porción entre los dedos hasta darle forma de hebra. Esta hebra inicial se amarra al huso y se sigue realizando el procedimiento de torsión. Mientras tanto, con la otra mano se hace girar el huso con un extremo afirmado en el suelo, de modo que la hebra vaya enrollándose a él, en esta operación la tortera ayuda a evitar que el huso se desestabilice y caiga. Una vez que el huso se ha llenado, la fibra hilada se desenrolla manualmente o con una devanadera, para guardarla como ovillo o como una madeja, en este último caso, también puede usarse un aspa.
El huso, es sus diversas formas, es una herramienta que data del Neolítico y que se utiliza hasta la actualidad. Varían principalmente en sus dimensiones y materiales, pero también por el lugar en que se sitúa la nuez (arriba o abajo) y por la presencia o no de ganchos para sostener la hebra que se está hilando. Una forma más sofisticada de huso, aunque también muy antigua, es la rueca que incorpora una rueda, un pedal o manivela y una pequeña devanadera.
Un abrazo.
Un huso es un objeto que sirve para hilar fibras textiles. En su forma más simple es un trozo de madera largo y redondeado, que se aguza en sus extremos[1] y que en uno de ellos, normalmente el inferior, lleva una pieza redonda de contrapeso y tope, llamada malacate, nuez, tortera o volante.
Para hilar con un huso se comienza por tomar un copo de alguna fibra textil como lana o algodón y se retuerce una porción entre los dedos hasta darle forma de hebra. Esta hebra inicial se amarra al huso y se sigue realizando el procedimiento de torsión. Mientras tanto, con la otra mano se hace girar el huso con un extremo afirmado en el suelo, de modo que la hebra vaya enrollándose a él, en esta operación la tortera ayuda a evitar que el huso se desestabilice y caiga. Una vez que el huso se ha llenado, la fibra hilada se desenrolla manualmente o con una devanadera, para guardarla como ovillo o como una madeja, en este último caso, también puede usarse un aspa.
El huso, es sus diversas formas, es una herramienta que data del Neolítico y que se utiliza hasta la actualidad. Varían principalmente en sus dimensiones y materiales, pero también por el lugar en que se sitúa la nuez (arriba o abajo) y por la presencia o no de ganchos para sostener la hebra que se está hilando. Una forma más sofisticada de huso, aunque también muy antigua, es la rueca que incorpora una rueda, un pedal o manivela y una pequeña devanadera.
Un abrazo.