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DEZA: LO QUE SE HA ESCRITO, O SE ESCRIBE, DE DEZA...

LO QUE SE HA ESCRITO, O SE ESCRIBE, DE DEZA

Ángel Lorenzo Celorrio publicó en Revista de Soria, en 1995, un trabajo titulado "Torres de refugio en la Cuenca del Rituerto", en el que se cita a Deza tras señalar que estas atalayas y torreones no tenían una gran eficacia porque "la única comunicación que pueden emitir o recibir es la de alarma. No se puede concretar el grado de peligro, el número de atacantes, si es necesario el auxilio y en qué cantidad..." Continúa su autor: "Como prueba documentada histórica de la no efectividad de estos torreones como torres de señales, nos remitimos a las batallas de Deza y almenar libradas en 974. En ellas, el conde Garci Fernández atacaría Deza ante la ausencia del general Galib, caudillo de la zona, que se encontraba guerreando en África. Tras la caída de Deza, continuaron hasta Medinaceli sin poderla conquistar y avanzaron todavía "hasta la vista de Sigüenza", donde hicieron alto las tropas. (...)
De este punto se pueden obtener por tanto, varias conclusiones:
a) Las torres no sirvieron para evitar la incursión del Conde.
b) A las huestes cristianas, aparte del avance hacia Deza y la batalla consiguiente, les dio tiempo de llegar hasta prácticamente Sigüenza. (...)
c) Si las torres no fueron eficaces para avisar a los propios defensores locales, mucho menos podría esperarse ayuda cordobesa (...) El encuentro bélico de Alboreca fue el 3 de septiembre de 974 y la noticia del mismo llegó a Córdoba el 22 del mismo mes, de lo que se deduce que el mensaje llegó a caballo.