Se cruzaron los caminos, antes paralelos. Se cruzaron las miradas azul cielo. Se entrelazaron las manos que tanto hablan y también palabras aparentemente inconexas: ¡Mecachis...! El idioma del amor es universal y no necesita el verbo. Hablan los gestos, las manos, los ojos., sobre todo los ojos. Conocieron el campo abierto y los montes donde los caminos se cruzan, con el sol como testigo y días de lluvia tamizada y niebla. Llega el otoño y el invierno y la primavera con sus pájaros y su esperanza y la canícula del verano; pero el amor no cesa, sigue creciendo si ello fuera posible. Los besos vuelan junto al aire cálido y vuelan cuando llegan las lluvias, con olor a romero y a tomillo y a éter... Cantan la alondra y los trigueros en los cerros blancos, junto a los bancales de cereal y los pimpollos, que luego serán hermosos pinos y los besos crecen en pasión... El amor busca la acequia junto a la sombra y los guijarros como almohada, también la cueva que protege del sol. O la junquera que los guarda del cierzo en cruce de caminos y líneas de alta tensión. El amor puede ser tradicional y buscar el sitio tradicional en la mísera casa, en la penumbra de la pequeña ventana entreabierta; con la baldosa que los delata y los duendes que siempre vigilan al amor incontrolado, imparable. entre el miedo y la ilusión.... Amor también en cualquier descuido, porque el amor no cesa: “Amor activo amor exclusivo” dice el refrán y por ello cualquier momento es bueno, cualquier excusa sirve, como la ínsula, pedazo de Edén entre las prisas y los ruidos, entre la esperanza y el temor al intruso que acecha. Amor que por no ser normal aprovecha el día, dando la cara y escondiendo el lugar. Para la noche quedan los recuerdos y las amarguras y la soledad; la noche es trágica como las películas de misterio, la noche es para descansar, cuando se puede y para soñar... con el amor imposible, que solo es realidad en los cuentos de los niños, donde todo sucede a la luz del día, donde la ilusión del hada siempre puede frente a la madrastra y a la horrible bruja.