Una sembradora abandonada, posiblemente, en perfecto estado de conservación y funcionamiento. Con la maquinaria agrícola pasaba igual que ahora con los ordenadores; al poco tiempo de salir al
mercado ya estaban obsoletas. Por eso el agricultor ha tenido que hacer gastos muy elevados si ha querido estar en primera línea de producción. Y una maquinaria que costaba un ojo de la cara.
Un abrazo.