Sí Abuelo, lo diga quien lo diga, me apunto a una buena siesta. Y no me valen los recomendados veinte minutos, estoy en la línea del Sr. Cela. Cuando se habla de regímenes alimenticios del desayuno inglés o las cinco comidas, me entra mucha risa. Cada cual, escuchando a su cuerpo, sabe lo que le conviene. Recuerdo cuando en verano, mi madre nos "obligaba" a dormir la siesta, para que no saliéramos por ahí a pleno sol. Al despertar me encontraba francamente mal. Ahora las cosas han cambiado y me despierto francamente bien. Así pués, desde que me dicen lo reparadoras que son las siestas y lo bueno que es el vino en las comidas, sólo me sirve para confirmar que toda la vida estaba haciendo lo que es bueno para la salud. Al menos en estos asuntos.
Un abrazo
Un abrazo
A toro pasado y si tuviera que comenzar la vida de nuevo, no fumaría nunca, no tomaría aquellos vinos que no me apetecian, cuando íbamos en cuadrilla. Y una cosa muy importante, siempre que fuera posible, diría sí al amor. ¡Quién no recuerda aquellas ocasiones perdidas!
Un abrazo
Un abrazo