¿tienes una peluquería?

DEZA: En mis tiempos, la siesta solamente se hacía en tiempo...

Sí Abuelo, lo diga quien lo diga, me apunto a una buena siesta. Y no me valen los recomendados veinte minutos, estoy en la línea del Sr. Cela. Cuando se habla de regímenes alimenticios del desayuno inglés o las cinco comidas, me entra mucha risa. Cada cual, escuchando a su cuerpo, sabe lo que le conviene. Recuerdo cuando en verano, mi madre nos "obligaba" a dormir la siesta, para que no saliéramos por ahí a pleno sol. Al despertar me encontraba francamente mal. Ahora las cosas han cambiado y me despierto francamente bien. Así pués, desde que me dicen lo reparadoras que son las siestas y lo bueno que es el vino en las comidas, sólo me sirve para confirmar que toda la vida estaba haciendo lo que es bueno para la salud. Al menos en estos asuntos.

Un abrazo

A toro pasado y si tuviera que comenzar la vida de nuevo, no fumaría nunca, no tomaría aquellos vinos que no me apetecian, cuando íbamos en cuadrilla. Y una cosa muy importante, siempre que fuera posible, diría sí al amor. ¡Quién no recuerda aquellas ocasiones perdidas!

Un abrazo

En mis tiempos, la siesta solamente se hacía en tiempo de verano y era para las personas mayores pues todos los chavales salíamos corriendo con el bocado en la boca camino del Molino de la Vega en mi caso y otros hacia la balsa del tio Nicolás, dos lugares diferentes, en donde teníamos nuestros baños. Nosotros decíamos que íbamos a nadar. Y lo hacíamos en aguas tarquinosas que te dejaban bigote, por la gran cantidad de residuos orgánicos que tenían en sus fondos. Un trago de aquellas aguas era una vacuna contra todo microbio viviente, si sobrevivías de sus efectos. Creo que éramos más fuertes que ahora.

Los padres, pobres, con media hora se tenían que conformar puesto que había que enganchar el trabajo de la era, lo antes posible. También ellos hubieran aguantado como lo hago yo ahora: Que menos que una hora y media.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Sí tienes razón, yo también disfruté de los baños de verano. Comenzaban habitualmente el día de San Juan, porque se decían que no picaban las culebras. Recorríamos todos los estanques del pueblo; también la balsa del Molino de la vega, donde Jesús del tio Virgilio, el día de nuestra primera comunión, lanzó la chaqueta nueva para pasarla al otro lado y se quedó corto, por lo que tuvimos que recuperarla con palos y un baño, en un tiempo en el que aún no apetecía demasiado, pues se celebró a primeros ... (ver texto completo)