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DEZA: Un día al irse a nadar...

Un día al irse a nadar
dijo su madre a Torcuato:
Como te llegues ahogar.
en cuanto vuelvas, ¡te mato!

Algo parecido me decía mi madre. Tenía tanto miedo de que me acercara a la balsa, que todo eran recomendaciones para que no fuera; pero que a mí me resbalaban. A ver quien se iba a dejar su buen en tiempo de calor.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Las madres nos repetían continuamente que el nadar se nos comía la carne y que por eso estábamos tan escuálidos en verano. Lo que pasa es que dormíamos poco y nos tocaba trabajar mucho y andar kilómetros y kilómetros acarreando desde las fincas a la era. Y la comida tampoco tenía tantas grasas como ahora. Entonces no había que poner pegar a la bollería porque no existía. Solamente veíamos alguna madalena de vez en cuando o como decía un amigo mío: De cuando en vez...

Un abrazo
Ayer convidé a Torcuato:
comió sopas en puchero,
media pierna de carnero,
dos gazapillos y un pato.
Doyle vino y respondió:
¡tomadlo, por vuesta vida,
que hasta mitad de comida
no acostumbro a beber yo!.
saludos