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DEZA: EL ESCULTOR ANTONIO OTEIZA...

VICENTE MOLINA

Vicente Molina hace unos años era el párroco de Deza. Desconozco si es el actual titular de la parroquia del pueblo rayano. Además de sacerdote, Vicente es escultor y pintor, y hace unos años colaboró con sus obras en la exposiciòn de arte religioso contemporáneo titulada "En la estela de la luz" que, tomando como referencia al Obispo San Martín de Finojosa, natural de Deza, tuvo lugar en el Palacio Episcopal de El Burgo de Osma (Soria). Corría el año 2002 y se celebraba el Centenario de la Diócesis y el IX Centenario del Císter. Este párroco es autor de las exposiciones "La realidad de lo invisible", "Deza en la ruta de los Finojosa" y "Arte y Palabra".

VICENTE MOLINA

Vicente Molina nació en Madrid en el año 1956, y desde muy joven, casi desde la infancia, sintió una fuerte inclinación por la pintura. Gracias a ella comienza a descubrir un mundo nuevo de creatividad y sensibilidad. Su vocaciòn artística le lleva a frecuentar los ámbitos artísticos del momento y se va formando en diferentes escuelas. Será el escultor Venancio Blanco, con quien trabaja durante dos años, quien le introduzca en el arte de la escultura.
Con 21 años recibe un premio nacional de pintura en el 48º Salón de otoño de la Villa de Madrid. Su obra llega al conocimiento de Juana Mordó quien admite a Vicente, como futura promesa, en su propia galería de arte.

VICENTE MOLINA

Con 27 años, cuando se le estaba preparando una exposición, desaparece del mudo artístico con el que rompe toda relación.
Con 29 años solicita el ingreso en el Seminario de Santa Leocadia de vocaciones tardías de Toledo. Después de dos años de estudios en Toledo pasa al seminario de El Burgo de Osma, donde retoma su afición por los pinceles, realizando decorados en el Seminario.
En 1993, con 37 años de edad, es ordenado sacerdote. Durante cuatro años administrará la parroquia de Nolay (Soria), pasando después a la parroquia de Deza.

VICENTE MOLINA

En 1997 realiza una exposición itinerante con el nombre de "La realidad de lo invisible": Santa María ade Huerta, Almazán y termina en la Colegiata de Medinaceli.
En el año 1998 organiza la exposición "Deza en la ruta de los Finojosa". En la casa castillo de los Finojosa se dan la mano la historia, el arte, las costumbres y los documentos históricos y cinematográficos propios de de Deza (1)

(1) La Revista Soria, en su número de otoño de 1988 recogía una serie de fotografías bajo el título, "La exposición de Deza. Álbum fotográfico" y el siguiente texto:
"El pueblo de Deza, coordinado por su párroco, ha expuesto durante el verano, y hasta finales de octubre, una serie de piezas reforzando así el atractivo turístico de la localidad con motivo del IX Centenario de la Orden del Císter y en memoria de San Martín de Finojosa, del que la leyenda dice que pudo nacer en el solar donde se ubicó la exposición: el edificio plateresco que ocupa la casa consistorial.
Desde fósiles a la pintura más contemporánea y la forja esquematizada, pasando por la alfarería dezana de los Almazán y familiares, el traje típico del lugar y comarca, documentos antiguos y estatuaria barroca y neoclásica del arte sacro, todo ello se ha podido ver en Deza, así como una sala dedicada a recrear la cocina rural de hace pocas décadas, así como otros enseres y aperos. El esfuerzo colectivo ha sido grande y el resultado ha merecido las felicitaciones de todos lo que se han acercado a esta exposición tan entrañable.

VICENTE MOLINA

Al año siguiente, 1999, reconstruye y consigue habilitar el antiguo local donde estuvo ubicado el cine de Deza.
En el año 2001, en una nueva exposición de escultura, reunirá a Antonio Oteiza y Justo Herrero, junto a una muestra de dibujo y pintura de los cursos impartidos en el centro cultural San Martín de Finojosa acogido en el cine de Deza.
En ese mismo 2001, en el mes de mayo, invita a Antonio Oteiza a pasar una temporada en la casa de Deza, para realizar unos relieves sobre la vida de San Martín de Finojosa. Esta obra, junto a la de Vicente Molina, sería expuesta, como se dijo, en el Palacio Episcopal de El Burgo de Osma durante los meses de verano de 2002.

JUSTO HERRERO
(Espero no haberme columpiado al traer aquí a Justo Herrero, nuestro comprovinciano, y ahora nos salga otro Justo Herrero. Aunque no conocí personalmente la exposición, es más que probable que fuese el "breto" el que acompaño a Molina y Oteiza en la exposición comentada.)

JUSTO HERRERO
Nació en Covaleda el 20 de octubre de 1932.
Es el herrero de Covaleda.
Desde pequeño aprendió a forjar y a soldar en el pequeño taller que tenía su familia, así que se puede decir que lleva toda la vida cuidando y modelando el hierro.
Para hacer forja se inspira en el hierro y para hacer escultura en la naturaleza. Él ya dijo: “Yo no tiro los hierros viejos y torcidos, ellos son los que me inspiran para nuevas ideas. Son piezas ya usadas que tienen historia, que han pasado por unas manos; sin embargo, los nuevos parece como si no tuvieran vida, ni nada que contar.”
La escultura con hierro es un arte difícil, por la complicación que tiene el doblar barras muy anchas y trabajar con un material tan pesado. Aún así, es muy noble y da satisfacciones.
Sus obras están expuestas por Madrid, Soria y en muchos pueblos de Castilla y León. Su experiencia profesional más emotiva fue la que hizo en Madrid con Lucio Muñoz en 1996, uno de los pintores más destacados y con renombre de entonces. Otra ilusión de su vida es exponer en el Palacio de la Audiencia, en Soria, junto a uno de sus hijos que tiene obras en la pintura.
Para él no existe la jubilación ya que el arte no la posee.

(Añado que en Covaleda hay buenos artistas.)

EL ESCULTOR ANTONIO OTEIZA

El escultor y religioso capuchino Antonio Oteiza, es hermano menor del fallecido Jorge (1908-2003). Antonio Oteiza (San Sebastián, 1926). Sacerdote capuchino. Escultor y ceramista, el hermano menor de Jorge Oteiza (1908-2003) es teólogo, escritor, perito mercantil y misionero. Es autor de varios libros de narrativa.
Después de vivir unos años en Cuba, se traslada a Italia (1962) donde investiga técnicas de cerámica escultórica, que completa más tarde en Sargadelos, Gijón y Bilbao. Como misionero ha recorrido muchos países de Hispanoamérica, lo que le ha permitido ahondar en las distintas culturas del Amazonas, Colombia y de las Galápagos.
El hermano capuchino de Jorge Oteiza arrastra también cierta fama de aventurero. Por ejemplo, remontó el Amazonas, en un experiencia que después plasmó en «viajeros sin equipajes por el Amazonas». En el 84 remontó el río Orinoco, empalmando con el curso del río Negro mediante el caño de Casiquiare. En ese tramó sorteó una veintena de cataratas, y fue uno de los primero blancos en alcanzar la fuente del río.
Ha sido profesor en la Universidad de San José, Costa Rica. En 1992 publica el libro “La aventura de los ríos americanos”.
Las experiencias y vivencias marcan el desarrollo de la obra de este artista, de carácter expresionista. El análisis de la naturaleza y su interacción con el ser humano, su comportamiento, sus carencias, es uno de los temas preferidos de Oteiza.
Ha realizado más de 50 muestras individuales y fue el ganador del primer premio de España de Arte Religioso.
La temática de la exposición escultórica de Antonio Oteiza se centra principalmente en motivos religiosos y también populares. Entre estos últimos podremos encontrar en la muestra que se inaugura representaciones sobre harrijasotzailes, las regatas de traineras e incluso el fútbol.

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