Gracias Manuel por tu intervención. En primer lugar quiero rectificar una falta de ortografía que, como tú dices, nos pasa por hacer las cosas "en vivo y en directo". La palabra correcta es "bagaje" con b y no con v, como había escrito. Como rectificar es de sabios, quizás sea este el único método de acercarme a la sabiduría. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, por lo tanto no tengo nada que matizar. Pero como somos diversos, tenemos la obligación de respetar otras opciones. Por otro lado existe una ley de Newton, que dice más o menos que "a toda acción se opone una reacción igual y de sentido contrario". Ya sabemos que la física tiene poco que ver con el tema que nos ocupa, pero sirve para comprender de una forma gráfica, la reacción de las gentes y los pueblos ante acciones poco inteligentes de imponer un pensamiento uniforme. Hay personas que lo aceptan y otras que reaccionan en sentido contrario. Por otro lado también sabemos que hay quien se dedica "a mear fuera del tiesto", son reaccionarios a los que se les puede aplicar, con más motivo, la citada ley. Dicho esto, que cada cual opine como mejor le parezca.
Un abrazo
Un abrazo
Qué puedo añadir, José-Luis a tu mesura y sabiduría. Ojalá los que tienen puestos de responsabilidad estuvieran en tu línea. Y por enésima vez tengo que añadir que es reconocimiento. Te entiendo perfectamente por cuanto mis reacciones, a veces un poco viscerales, son eso, reaacción -no en el sentido de "tendencia tradicionalista en lo político opuesta a las innovaciones" (los llamados reaccionarios)- a tanta estupidez acumulada por unos y otros. Yo no suelo estar cómodo con los poderes ni con los poderosos y no me gustan las imposiciones "per se"; mal lo hubiese pasado en las sociedades stalinistas, como en las dictaduras sudamericanas, como en cualquier forma de forzar la voluntad de las gentes, o violentar los hechos. Por eso comentaba ayer, sin olvidar un poco la retranca, que no me parece lógico esa imposición del Consejo Escolar de Cataluña, por cuanto la ciudadanía no lo demanda, ni la historia es como ellos quieren contarla. Tampoco puedo estar de acuerdo con quienes quieran imponer unas celebraciones, argumentando que quienes no estén de acuerdo ni cobren la extra navideña ni cojan vacaciones. Hay sitio para todos. Tampoco me gustan las dictaduras de lo políticamente correcto que nos quieren imponer no sólo una forma de pensar sino incluso de hablar. (Algunos se las dan de progresistas cuando no dejar de ser, a su modo, otros reaccionarios como los que critican.) Si me sigues, sabes de que hablo. Vuelvo a escribir a bote pronto, pero creo que me he explicado bien.
Un abrazo, con el placer de siempre de leerte.
Un abrazo, con el placer de siempre de leerte.