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DEZA: Este país, España, ya no se divide entre derechas e...

FIN DE AÑO PARA LA REFLEXIÓN DE LAS ENSEÑANZAS DE 2009.
-. ¿Quién tiene la culpa de la crisis?. Las recriminaciones se suceden: que si la culpa la tuvo la orgía consumista y bélica de los E. E. U. U., que si la tuvieron los banqueros, que si los constructores, que si los que gastan demasiado y no ahorran, etc, sin ignorar la que tiene su origen en una profunda crisis de valores humanos como el cambio de la cultura del sacrificio a la del menor esfuerzo posible; de la del ser a la del tener; de la previsión a la improvisación y otras que tocaremos posteriormente.
-. ¿Qué nos ha enseñado la crisis?. Sinceramente muy poco, esperaba más de los diferentes interlocutores implicados. -. Los sindicatos con una afiliación modesta y atrincherada en las grandes empresas, sorprende la cota de poder de que disponen Hecho en falta a Hidalgo y Cuevas. Para este siglo es necesaria una mentalidad más abierta. Los agentes sociales deben desbloquear la reforma del mercado laboral que pasa por acabar con los privilegios que separan a los empleados fijos de los temporales. -. Las empresas, hay que hacer uso de la prudencia, toda generalización lleva consigo una injusticia. Persiste el fariseísmo en ejecutivos blindados de pedir flexibilidad retributiva, mientras se blinda el retiro, debido a un sistema de incentivos injusto y contraproducente. ¿Por qué los empresarios son los destinatarios, de las diatribas de los sindicatos?. Algunos por insolidarios se las merece, pero la inmensa mayoría está batallando contra corriente. ¿Cuánta pequeña y mediana empresa pugna por sobrevivir con difícil acceso al crédito bancario sin que ninguna pancarta salga en su defensa? ¿Cuántos autónomos y emprendedores intentan no ahogarse? Especie en extinción. Ser pequeño es un delito y el cierre de su negocio pasa desapercibido. -. Los mercados no son autocorrectores. La crisis invalida la hipótesis de los mercados eficientes -. Los bancos centrales. La política monetaria de los bancos centrales es algo más que su lucha contra la inflación. Su papel debería evitar burbujas y recesiones y actuar como organismo de control y supervisión. -. Las agencias de rating-. Sus opiniones de la solvencia de las empresas, productos financieros y países ha dejado mucho que desear y emplea distintas varas para medir. Lo mismo puede decirse de las empresas de auditoría. -. No todas las innovaciones financieras propician una economía más eficiente y productiva y menos aún, una sociedad mejor. --. La banca de inversión, las hipotecas suprime, el exceso de titulización, la pésima supervisión internacional de riegos financieros y estafas, ha permitido unas actitudes colectivas y personales alejadas de una mínima ética de los negocios. Estas élites financieras y de negocios han creado un código moral propio, que no tiene la misma sanción moral que para el resto. A pesar de la complejidad creciente de los productos financieros modernos que manejaban y que a menudo no comprendían, los vendían, no se sentían responsables de sus actos, aunque llevara a sus clientes a la ruina y a sus empresas a la quiebra. - -. El argumento que el rescate de los bancos permitiría la reanudación de los créditos, no ha sido así. Los sufridos contribuyentes han dado dinero a los bancos, que en la etapa anterior abusó de ellos en préstamos, tipos de interés y comisiones no transparentes. La falta de transparencia de los bancos es tan opaca, que no se aclaran con sus propios balances. El crédito no llega a las pymes y los bancos compran viviendas vacías y deuda pública. De esta forma el dinero queda invertido en bienes que no producen nada y en consecuencia, es un dinero que no puede ir a parar a las pymes productivas que lo necesitan -. La esperanza es lo último que se pierde. Hay que dejar de buscar a los culpables y hacer el esfuerzo necesario para consensuar entre gobierno y agentes sociales, las medidas para paliar el desastre económico que estamos viviendo. El partido sigue. Cuatro millones de parados esperan. Nuestros hijos precisan algo más que nuestra ceguera y egoísmo. Saludos. Lacalle Mediavilla.

Este país, España, ya no se divide entre derechas e izquierdas. Se divide entre los del "ya lo verás" y los de "ya va siendo hora". A un lado está Zapatero, representante genuino de "lo vamos a resolver todo" y al opuesto, Rajoy y algún otro representante de la oposición, que amanecen todos los días con la pancarta de "soluciones ya".
Pero tranquilos que las soluciones las tenemos en la Moncloa. Que hay déficit público que alarma a las agencias internacionales de calificación, pues lo más probable es que esas agencias no sean serías; las previsiones de los gobernantes lo tienen todo estudiado y calculado y haremos las cosas tan bien hechas que dentro de tres años nos presentaremos a Bruselas y le diremos a Almunia, si aún regenta aquel predio, que no nos eche de allí ni nos multe pues nuestras cuentas están niveladas y nuestro déficit se ha reducido al tres por ciento... Todo está previsto según marca el calendario. ¡Que felices que vamos a ser! Es más: Parece que los problemas de hoy estén buscados, solamente, para darles solución entre el año que viene y las dos próximas décadas...
Saludos Deza.

Feliz Año Nuevo 2010
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Estoy de acuerdo contigo, Aries, ¡Qué felices vamos a ser! Nadie te puede llamar reaccionario por lo optimista de tu mensaje; aunque hablas de “coña”, has puesto el dedo en la llaga y con fina ironía conservas la esperanza de que, por fin, estos políticos que nos gobiernan encontrarán la solución a los grandes problemas en las dos próximas décadas.
Hace exactamente un año, Zapatero fue llamando a su palacio a todos los presidentes autonómicos y, aunque nadie sabe lo que les prometió, todos salieron ... (ver texto completo)