Cuando la religión sirve para el enfrentamiento de los pueblos y las culturas, o cuando lo hace para mantener privilegios sociales, puede tener sentido la frase de Marx: “La religión es el opio del pueblo”, independientemente de los aspectos reales y benéficos que cada una pueda aportar.
Para Marx y Engels, a partir de 1846, como ya anunciaba Marx en su obra de 1843, la crítica del cielo se transforma así en crítica de la tierra; el objetivo es transformar las condiciones sociales reales y no la lucha "unilateral" contra la religión. Estaban interesados en entender y explicar formas históricas y sociales concretas de religión. Intentaron una visión dialéctica de los fenómenos religiosos: si criticaban reiteradamente el papel ideológico en favor del sistema económico y político, cumplido por las religiones y los jerarcas religiosos, apreciaban a la vez el aspecto reivindicativo de las aspiraciones religiosas y la forma como una y otra vez se convirtió en factor de resistencia y lucha de los oprimidos para cambiar el sistema social. Al respecto las obras de Engels, Las guerras campesinas en Alemania (1850) y Contribución a la historia del cristianismo primitivo, enfatizaron en la forma como diferentes ideas religiosas manifiestan diferentes intereses de clase social. Más recientemente, en 1921 Ernst Bloch publicó la obra Thomas Müntzer, Teólogo de la Revolución en la que con un enfoque marxista, analizó el papel de la religión en el movimiento de liberación de los campesinos alemanes.
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Para Marx y Engels, a partir de 1846, como ya anunciaba Marx en su obra de 1843, la crítica del cielo se transforma así en crítica de la tierra; el objetivo es transformar las condiciones sociales reales y no la lucha "unilateral" contra la religión. Estaban interesados en entender y explicar formas históricas y sociales concretas de religión. Intentaron una visión dialéctica de los fenómenos religiosos: si criticaban reiteradamente el papel ideológico en favor del sistema económico y político, cumplido por las religiones y los jerarcas religiosos, apreciaban a la vez el aspecto reivindicativo de las aspiraciones religiosas y la forma como una y otra vez se convirtió en factor de resistencia y lucha de los oprimidos para cambiar el sistema social. Al respecto las obras de Engels, Las guerras campesinas en Alemania (1850) y Contribución a la historia del cristianismo primitivo, enfatizaron en la forma como diferentes ideas religiosas manifiestan diferentes intereses de clase social. Más recientemente, en 1921 Ernst Bloch publicó la obra Thomas Müntzer, Teólogo de la Revolución en la que con un enfoque marxista, analizó el papel de la religión en el movimiento de liberación de los campesinos alemanes.
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