Aunque la oposición critica que un laico acepte esta invitación, el presidente del Gobierno español, D José Luis Rodríguez Zapatero, será este año el ponente invitado del Desayuno Nacional de Oración que abrirá el próximo 4 de febrero el curso político en Washington D. C
A este acto, que se repite cada primer jueves de febrero, asisten mas de 3.500 invitados entre políticos, diplomáticos, invitados de un centenar de países y otros representantes de la sociedad que durante la semana anterior al día central celebran toda una serie de reuniones y debates sobre diversos temas.
La mañana del jueves hay dos ponentes que tradicionalmente hablan ante los invitados: el presidente de EEUU y un invitado cuya identidad se suele preservar hasta el último momento. El año anterior, acudió como ponente principal (lo que los estadounidenses denominan 'key speaker') el ex primer ministro británico Tony Blair y en ocasiones anteriores fueron invitados la madre Teresa de Calcuta, el líder del grupo U2, Bono, o el rey Abdalá II de Jordania, entre otros.
Aunque desde Moncloa no han podido avanzar el sentido del discurso que pronunciará Zapatero, es previsible que el presidente español aborde en su intervención sus ideas en torno a la tolerancia y cohabitación entre diversas creencias --entre los invitados hay representantes de las diferentes corrientes religiosas-- y defienda la cooperación al desarrollo con los países más necesitados.
Como podéis suponer este encuentro de líderes mundiales, es una oportunidad para el diálogo entre culturas. Teniendo en cuenta que el anfitrión es el Sr. Obama, demuestra que la afinidad entre presidentes va más allá de los gestos que en diversas ocasiones han manifestado y que el acto religioso sólo es una excusa para tratar asuntos políticos de interés
Un abrazo, amigos de Deza
A este acto, que se repite cada primer jueves de febrero, asisten mas de 3.500 invitados entre políticos, diplomáticos, invitados de un centenar de países y otros representantes de la sociedad que durante la semana anterior al día central celebran toda una serie de reuniones y debates sobre diversos temas.
La mañana del jueves hay dos ponentes que tradicionalmente hablan ante los invitados: el presidente de EEUU y un invitado cuya identidad se suele preservar hasta el último momento. El año anterior, acudió como ponente principal (lo que los estadounidenses denominan 'key speaker') el ex primer ministro británico Tony Blair y en ocasiones anteriores fueron invitados la madre Teresa de Calcuta, el líder del grupo U2, Bono, o el rey Abdalá II de Jordania, entre otros.
Aunque desde Moncloa no han podido avanzar el sentido del discurso que pronunciará Zapatero, es previsible que el presidente español aborde en su intervención sus ideas en torno a la tolerancia y cohabitación entre diversas creencias --entre los invitados hay representantes de las diferentes corrientes religiosas-- y defienda la cooperación al desarrollo con los países más necesitados.
Como podéis suponer este encuentro de líderes mundiales, es una oportunidad para el diálogo entre culturas. Teniendo en cuenta que el anfitrión es el Sr. Obama, demuestra que la afinidad entre presidentes va más allá de los gestos que en diversas ocasiones han manifestado y que el acto religioso sólo es una excusa para tratar asuntos políticos de interés
Un abrazo, amigos de Deza
A mi, particularmente me chirría bastante que a una persona como nuestro presidente de gobierno actual, que demuestra siempre que puede su ateísmo, se le pueda nombrar con la palabra laico. Porque laico es el nombre dado a aquel fiel de la Iglesia Católica que no es miembro del clero; nombre acuñado desde los orígenes del catolicismo.
El señor presidente del gobierno actual, es como mucho un laicista, que aunque proviene etimológicamente de la misma palabra, no es lo mismo. El laicismo, es doctrina que defiende la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente.
En el cristianismo, un laico o seglar es aquel fiel que no es miembro del clero. El redescubrimiento del término 'laico' fue impulsado principalmente en el Concilio Vaticano II aun cuando ya se empleaba incluso al inicio de la Iglesia.
Desde el Concilio Vaticano II, se destaca cada vez más que el laico en la Iglesia Católica es una auténtica vocación. El contenido de esta vocación es la santificación de las obligaciones ordinarias del cristiano y, en primer lugar, las familiares. Así, la Constitución Dogmática Lumen Gentium afirma que su vocación consiste en "iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los que están estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de Jesucristo y se desarrollen y sean para la gloria del Creador y del Redentor". El Decreto conciliar Apostolicam Actuositatem indica que forma parte de esta vocación el apostolado, entendido como deber de acercar almas a Dios. Según este documento, "ejercen el apostolado con su trabajo para la evangelización y santificación de los hombres, y para la función y el desempeño de los negocios temporales, llevado a cabo con espíritu evangélico de forma que su laboriosidad en este aspecto sea un claro testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los hombres".
"En virtud del bautismo y de la confirmación, los laicos, como todos los demás fieles, están destinados por Dios al apostolado, tienen la obligación general, y gozan del derecho tanto personal como asociadamente, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres en todo el mundo; obligación que les apremia todavía más en aquellas circunstancias en las que sólo a través de ellos pueden los hombres oír el Evangelio y conocer a Jesucristo."
Llamar laicista a nuestro presidente todavía me parece incorrecto si estudiamos lo que es el laicismo. Yo diría según mis criterios que la etiqueta que mejor le pega es la de anticlerical.
Laicismo es la corriente de pensamiento, ideología, movimiento político, legislación o política de gobierno que defiende, favorece o impone la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas. Su ejemplo más representativo es el "Estado laico" o "no confesional".
El concepto de "Estado laico", opuesto al de "Estado confesional", surgió históricamente de la Separación Iglesia-Estado que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX, aunque la separación entre las instituciones del estado y las iglesias u organizaciones religiosas se ha producido, en mayor o menor medida, en otros momentos y lugares, normalmente vinculada a la Ilustración y a la Revolución liberal.
Los laicistas consideran que su postura garantiza la libertad de conciencia además de la no imposición de las normas y valores morales particulares de ninguna religión o de la irreligión. El laicismo es distinto del anticlericalismo en cuanto no condena la existencia de dichos valores religiosos.
Un abrazo.
El señor presidente del gobierno actual, es como mucho un laicista, que aunque proviene etimológicamente de la misma palabra, no es lo mismo. El laicismo, es doctrina que defiende la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente.
En el cristianismo, un laico o seglar es aquel fiel que no es miembro del clero. El redescubrimiento del término 'laico' fue impulsado principalmente en el Concilio Vaticano II aun cuando ya se empleaba incluso al inicio de la Iglesia.
Desde el Concilio Vaticano II, se destaca cada vez más que el laico en la Iglesia Católica es una auténtica vocación. El contenido de esta vocación es la santificación de las obligaciones ordinarias del cristiano y, en primer lugar, las familiares. Así, la Constitución Dogmática Lumen Gentium afirma que su vocación consiste en "iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los que están estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de Jesucristo y se desarrollen y sean para la gloria del Creador y del Redentor". El Decreto conciliar Apostolicam Actuositatem indica que forma parte de esta vocación el apostolado, entendido como deber de acercar almas a Dios. Según este documento, "ejercen el apostolado con su trabajo para la evangelización y santificación de los hombres, y para la función y el desempeño de los negocios temporales, llevado a cabo con espíritu evangélico de forma que su laboriosidad en este aspecto sea un claro testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los hombres".
"En virtud del bautismo y de la confirmación, los laicos, como todos los demás fieles, están destinados por Dios al apostolado, tienen la obligación general, y gozan del derecho tanto personal como asociadamente, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres en todo el mundo; obligación que les apremia todavía más en aquellas circunstancias en las que sólo a través de ellos pueden los hombres oír el Evangelio y conocer a Jesucristo."
Llamar laicista a nuestro presidente todavía me parece incorrecto si estudiamos lo que es el laicismo. Yo diría según mis criterios que la etiqueta que mejor le pega es la de anticlerical.
Laicismo es la corriente de pensamiento, ideología, movimiento político, legislación o política de gobierno que defiende, favorece o impone la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas. Su ejemplo más representativo es el "Estado laico" o "no confesional".
El concepto de "Estado laico", opuesto al de "Estado confesional", surgió históricamente de la Separación Iglesia-Estado que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX, aunque la separación entre las instituciones del estado y las iglesias u organizaciones religiosas se ha producido, en mayor o menor medida, en otros momentos y lugares, normalmente vinculada a la Ilustración y a la Revolución liberal.
Los laicistas consideran que su postura garantiza la libertad de conciencia además de la no imposición de las normas y valores morales particulares de ninguna religión o de la irreligión. El laicismo es distinto del anticlericalismo en cuanto no condena la existencia de dichos valores religiosos.
Un abrazo.