DEZA: Gracias, pefeval, por tu magnífico artículo -así lo...

Tocante a este apasionante tema de la curación por medio de productos naturales, en algunas ocasiones incomprensible, es fácil considerarlos con incredulidad, aunque sabemos que muchos medicamentos están elaborados con plantas y productos que encontramos en la naturaleza.
Es fácil caer en la superstición buscando explicaciones misteriosas que se escapan a nuestro alcance y así, los chamanes han ejercido y ejercen su oficio en todos los continentes encontrando muchas veces, con sus ancestrales conocimientos en unos casos y con la ignorancia de las gentes en otros, unos resultados más o menos efectivos. También se ha escrito mucho sobre los placebos y sus efectos; mucha gente consigue resultados satisfactorios sugestionándose mediante la ingestión de sustancias inocuas.
En cuanto al tema de las almorranas, abuelo, yo también he oído que existen varias hierbas que las curan; una de ellas es la llamada en botánica Ranínculus ficaria. Una tarde, echando la partida con los amigos, observé que uno de ellos llevaba unas hierbas en el bolsillo trasero del pantalón; le pregunté el motivo y me dijo que era el mejor remedio para las almorranas; que cuando tenía problemas se iba al campo y buscaba esa hierba que le aportaba un resultado muy positivo. Tenía yo un conocido que padecía esa dolorosa enfermedad, se lo comenté y le llevé una de aquellas hierbas. El remedio fue muy efectivo y el hombre, que era conductor de profesión, encontró un gran alivio.
Todos sabemos la relación causa- efecto- de determinados remedios naturales que aplicamos en nuestra vida cuotidiana; así para los ojos: conjuntivitis, irritación, etc, sé por experiencia que se cura con unas gotas de infusión de manzanilla- por cierto, junto al camino que discurre entre el puente del barranco antes de llegar a La Alameda y el Moto la hay de muy buena calidad-.
Con arcilla curamos heridas y malos olores; los animales heridos la buscan para embadurnarse y así encontrar alivio y curación.
Para la tos es efectiva la cebolla que colocaremos en la mesilla durante la noche.
Para las verrugas, con unas rodajas de ajo sujetas con una tirita.
Si te roza una medusa, inmediatamente después de salir del agua, te frotarás con arena fina y húmeda de la playa, etc, etc…
Pero lo que más me ha impactado con respecto al tema, ha sido la curación de unos papilomas que tuvo mi hijo en ambas manos durante mucho tiempo. El chico tenía unos diez años y le salió un papiloma en una mano que por efecto de contagio se le fue extendiendo a ambas manos hasta un número de quince. Buscamos un buen dermatólogo que lo fue tratando con visitas cada quince días para quemárselos con oxígeno líquido. Tras tres años sufriendo terribles dolores por las quemaduras y con los complejos de adolescente por el problema, le conté el caso a un viejecito de un pueblo y me dijo que eso se curaba con el líquido de unos gusanos que salen cuando llueve y que todos conocemos. Como era verano fui a buscarlos y encontré dos bajo una piedra. Los llevé a casa, los corté y puse una gota de su líquido en cada uno de los papilomas. A los quince días habían desaparecido. Un día un amigo se lamentaba de que su esposa tenía el mismo problema. Busqué los bichitos y le dije que los untara en los papilomas. El resultado fue de nuevo satisfactorio.
Creo que este es un tema que, aunque en muchos casos aparentemente pertenezca a las ciencias ocultas, no deja de obedecer únicamente a remedios naturales.
Un saludo

Gracias, pefeval, por tu magnífico artículo -así lo considero, aunque sea en este medio- que me ratifica en que considere a éste como un excelente foro. No hay duda. Lástima que otros dezanos no os secunden con más frecuencia a personas como a ti -permíteme que te tutee aun sin conocernos- y al abuelo. Si los responsables de "Pueblos de España" clasificaran los foros por su calidad, sin duda el de Deza ocuparía un lugar destacadísimo por personas como vosotros.
Un saludo.
Manuel.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Comparto plenamente lo que dice Manuel.