Guillermo Zamora, el hijo del último maestro que tuve en Deza, Don Andrés. Don Andrés, era un maestro de la vieja escuela de maestros que creía que la letra entraba con sangre: "La letra con la sangre entra" y era muy severo con el castigo que nos infringía a todos, incluido su hijo Guillermín. Pero creo que como no conseguía sus objetivos, decía que el agua del Suso. El agua del Suso no se si atontaría por la gran cantidad de cal que llevaba y lleva todavía. ¡Cuántos quisieran pillarla para su consumo! Agua abundante y clara que sale de la roca viva.
Guillermín sigue vivo en nuestro recuerdo, por su simpatía.
Un abrazo.
Guillermín sigue vivo en nuestro recuerdo, por su simpatía.
Un abrazo.