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DEZA: Para ejemplarizar cómo hasta el ser más horrendo debe...

Para ejemplarizar cómo hasta el ser más horrendo debe ser amado y respetado, la literatura infantil eligió al pobre sapo como paradigma de todo lo feo y repugnante. Bien es cierto que con afán educativo, porque bastaba un simple beso para convertirlo en un apuesto príncipe casadero.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Han cambiado mucho las cosas; los príncipes permanecen solteros y a los sapos no les besan ni las princesas. El sapo, antaño protagonista de cuentos de hadas, va camino de representar su propia extinción en un teatro repleto de hombres y mujeres que no prestan la menor atención al espectáculo. El sapo común es uno de ellos. Se va quedamente, sin pena ni gloria; sin despertar en nosotros la menor sensación de pérdida. El bueno del sapo, ese bicho por enésima vez maligno, venenoso, capaz de emponzoñar ... (ver texto completo)