La leyenda negra del sapo hunde sus orígenes en su presunto carácter venenoso. El sapo, como todos los anfibios, tiene unas glándulas en la piel capaces de segregar una sustancia maloliente y tóxica que llega a afectar las mucosas del ser humano. Es un animal poco apetitoso y por ello le respetan casi todos los depredadores. Pero una cosa es disponer de las armas y otra muy distinta utilizarlas. Los animales no son tontos y no se dedican a derrochar sus exiguos medios de defensa. Si se les trata con delicadeza o, simplemente, no se les trata, la mayor parte de animales potencialmente peligrosos son completamente inofensivos.
Un abrazo.
Un abrazo.
La vida de una sapo pasa por muchas vicisitudes, inimaginables para usted y para mí. Para empezar, el sapo nace como una retahíla de huevos de muchos centímetros de larga que pone su mamá. La deposita en el agua y es la única vez en la vida de nuestro amigo que necesita imperiosamente del líquido elemento. Estos huevos eclosionan y salen los renacuajos, que van sufriendo metamorfosis hasta convertirse en individuos sapos con aspecto de sapos. En esto invierten de 2 a 3 meses.
Un abrazo.
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