Buenos días Deza y amigos del foro: En estas mañanas fresquitas del mes de enero, era habitual que tres a cuatro chicos se levantaran temprano, antes de ir a la escuela (en tiempos la palabra colegio era para designar donde enseñaban pagando o cobrando, según se mire) y al hacerse de día ya tenían paradas sus ratoneras con objeto que el pillete gorrión mordiese el anzuelo, digo el disparador "parador" de la ratonera y le pillara el pescuezo de donde ya no tendría escapatoria posible. Bueno, había algunos recelosos próceres que picaban tan rápido que disparaban el artilugio y se libraban de caer; pero no hubiera arrendado sus ganancias porque muchos se iban a fenecer, Dios sabe a que canalera debido al golpe que recibían con la ballesta en el "cocote".
Un abrazo.
Un abrazo.