Buenos días Deza y amigos del foro: Esta mala hierba que veis en la fotografía se llama científicamente SALSOLA KALI, mas el vulgo la llamamos Barrilla pinchosa, Correcaminos, Roones, Espinardo y en nuestro pueblo, Capitana. Es una planta que germina en primavera y que se aparece agazapada en los sembrados hasta después de la siega. Allá en agosto cuando la luz le da de lleno, acompañada con el agua de alguna tormenta (que suelen ser seguras) se alza, tal como regada por aceite, que se dice y se hace la dueña de la finca. Las ovejas le atacan un poco siendo tierna y habiendo poca comida; pero al final se hace la dueña: Es la capitana. Necesitará muchas horas de tractor para agruparla y quemarla; pero como su nombre indica, el viento se encarga de sembrar regiones enteras, al arrastrar rodando, las plantas que correrán caminos y veredas en busca de perpetuarse, esparciendo sus simientes. De ser una planta desconocida en nuestros pueblos, ahora es la que ha plagado hasta el último rincón.
Los herbicidas recomendados son el Lográn extra y el Igran líquido; pero se necesitaría tan cantidad para acotolarla, que no lograremos nada por mucho que gastemos.
Yo he pensado muchas veces si no habría alguna forma de explotarla, sacando algún subproducto de sus entrañas. Sería la forma de que nos resultara rentable. Claro que ahora no hay plaga que la ataque y entonces tendríamos que sulfatarla para prevenirla de hongos y parásitos. Y es que lo que tocamos los hombres, todo o echamos a perder...
Un abrazo.
Los herbicidas recomendados son el Lográn extra y el Igran líquido; pero se necesitaría tan cantidad para acotolarla, que no lograremos nada por mucho que gastemos.
Yo he pensado muchas veces si no habría alguna forma de explotarla, sacando algún subproducto de sus entrañas. Sería la forma de que nos resultara rentable. Claro que ahora no hay plaga que la ataque y entonces tendríamos que sulfatarla para prevenirla de hongos y parásitos. Y es que lo que tocamos los hombres, todo o echamos a perder...
Un abrazo.
Uno de los nombres de esta planta, le viene por su facilidad de clavarnos alguna espina y por eso también se llama, espinardo. Las hojitas que protegen sus flores son delgadas y duras y acaban siendo pinchosas. Y hablando de espinas, me viene a la memoria aquellos políticos, si se pueden llamar así, que en un viaje por Tierra Santa se probaron una corona de espinas, se sacaron fotos y encima se mofaron algo o mucho, haciendo comentarios jocosos. No tendrían que ir tan lejos si es que lo que buscaban era mortificarse: Que vayan un día a recoger barrillas pinchosas (otro de sus nombres) y concluido. Por cierto estos políticos se frotaban las manos porque cierto locutor de radio los tendría que indemnizar con sesenta mil €uros, que según declaraciones de ellos mismos, irían a engrosar las cuentas corrientes de alguna organización benéfica. Pues no; el alto tribunal de justicia ha desestimado todo aquello y en cambio, tendrán ellos que cargar con los gastos del juicio. Vivir para ver y algunos días claros como hoy, meteorológicamente hablando, a gran distancia.
Un abrazo.
Un abrazo.
