Debido a lo extraño de este extraño caso que voy a relatar, considero que algún escritor, realizando algunas investigaciones, publicará un libro que, por lo interesante del tema, podría convertirse en un bet seller, pero yo lo voy a tratar de sintetizar procurando ceñirme a lo que considero más importante. Aunque ya tenía noticia, me ha empujado a hacerlo un programa televisivo de mucha audiencia, en el que fue tratado con todo lujo de detalles.
Se trata del enigma que se refiere a Benito López, un joven cetinero, cuya fama ya rebasa fronteras, que yace en un cementerio de Melilla.
Todo comenzó un día de tormenta cuando varias mujeres, que habían acudido al cementerio para poner flores a un deudo, se acercaron a colocar una vieja cruz de madera que yacía abatida junto a una descuidada tumba. Vieron en la cruz la foto de un guapo mozo y se lamentaron de su suerte, de su soledad y abandono. Según relataron dichas mujeres, Benito se les apareció y les contó su vida, las circunstancias de su muerte y el motivo de por qué no estaba enterrado en tierra cristiana, sino en el cementerio civil.
Benito era un joven alegre y extrovertido, guapo y bien plantado y se le daba muy bien el cante de las jotas. En el sorteo de los quintos de 1.949, le correspondió hacer la mili en Regulares, en Melilla, junto con otros cuatro mozos de su pueblo.
Se trata del enigma que se refiere a Benito López, un joven cetinero, cuya fama ya rebasa fronteras, que yace en un cementerio de Melilla.
Todo comenzó un día de tormenta cuando varias mujeres, que habían acudido al cementerio para poner flores a un deudo, se acercaron a colocar una vieja cruz de madera que yacía abatida junto a una descuidada tumba. Vieron en la cruz la foto de un guapo mozo y se lamentaron de su suerte, de su soledad y abandono. Según relataron dichas mujeres, Benito se les apareció y les contó su vida, las circunstancias de su muerte y el motivo de por qué no estaba enterrado en tierra cristiana, sino en el cementerio civil.
Benito era un joven alegre y extrovertido, guapo y bien plantado y se le daba muy bien el cante de las jotas. En el sorteo de los quintos de 1.949, le correspondió hacer la mili en Regulares, en Melilla, junto con otros cuatro mozos de su pueblo.