Puede que alguien que haya tenido la paciencia de leerme recuerde que he dicho en alguna ocasión que una sociedad que ningunea a las mujeres -como aquí ha sucedido hasta hace cuatro días- o que no la trata como unas iguales -hablamos de derechos, porque en deberes, ¡ay!, siguen arrimando más el hombro- es una sociedad hemipléjica. Pero ese alguien habrá podido observar que también me gusta darles caña a las feminazis y a las miembras, por cuanto suponen una caricatura burlesca del feminismo serio y el flaco favor que le hacen al esfuerzo que más de uno hacemos por quitarnos con cepillo de cerdas duras el machismo que mamamos. Escribo a vuelapluma, aunque es un tema sobre el que profundizar más. Y mira por dónde, hoy me encuentro en Sur, diario de Málaga, una opinión que traslado al siguiente mensaje, por no hacer muy extenso éste y que espero nos sirva de reflexión a todos. (¿Habrá que decir también el bobalicón "y a todas", tan de moda en algunos ámbitos? Por ahí no paso, por respeto a Cervantes, a Unamuno, a Machado... todos ellos consumados machistas reaccionarios, como se sabe.)