En estas diez horas de dalla, había sus descansos. Ten en cuenta, que la dalla o el dalle como llaman en algunas partes, de vez en cuando para que cortara mejor, se le pasaba una piedra de afilar que se llevaba al cinto en un recipiente con agua; ya era un alto pues parabas un ratillo y descansabas; cuando notabas que se ponía romo el afilado por dar en las piedras del suelo, te sentabas y la picabas con un martillo, en un yunque pequeñito: No venía mal un descansillo de 10 minutos; otro descansillo para echar un cigarillo, un trago, comer, merendar... etc.
La mejor faena con este invento, era la siega de la alfalfa tierna; pero todavía era mejor verla colgada en cualquier viga del pagar.
El amo de esta que vemos, fue muy aplicado pues hay que ver la de remiendos que le hizo, para mantenerla en servicio. Mira si fue previsor que aún sobró hoja de dalla para la posteridad.
Un abrazo
La mejor faena con este invento, era la siega de la alfalfa tierna; pero todavía era mejor verla colgada en cualquier viga del pagar.
El amo de esta que vemos, fue muy aplicado pues hay que ver la de remiendos que le hizo, para mantenerla en servicio. Mira si fue previsor que aún sobró hoja de dalla para la posteridad.
Un abrazo