DEZA: LA REFORMA EDUCATIVA Y EL DEVENIR DE LA SOCIEDAD III...

LA REFORMA EDUCATIVA Y EL DEVENIR DE LA SOCIEDAD III (Continuación)
2º-. El problema de la mediocridad de la enseñanza recibida por los que terminan la enseñanza obligatoria y sus posibles causas-. Los jóvenes que se gradúan a los dieciseis años, generalmente no están suficientemente preparados para integrarse en la sociedad del conocimiento. Ahora se compra más ordenadores y sofware para los colegios. Pero ¿de qué sirve un ordenador si no sabemos utilizarlo adecuadamente?. Los ordenadores y las pizarras digitales pueden ayudar, pero la medida más eficaz sería reducir el ratio de número de alumnos por profesor, muy especialmente en la ESO, la etapa más conflictiva. Debemos enseñar a los niños a pensar más, a ser críticos, en lugar de crear autómatas. El ordenador es la excusa más perfecta para abdicar de nuestros deberes y responsabilidades. En las aulas de nuestros colegios es necesaria una educación común, universal, exigente y apasionada que gire en torno a la figura y autoridad del profesor, desarrollo del pensamiento, lectura y los imprescindibles ingredientes de un sano menú educativo como son el esfuerzo, la disciplina, autoridad, la constancia, la pasión, etc, sin olvidar la memoria, denostada y atrofiada últimamente La cesión de competencias educativas a las CCAA no facilita un acuerdo nacional y lo dicho en el punto anterior. El éxito del sistema educativo de Finlandia y su secreto es el compromiso del profesor, padres y gobierno.
-. ¿Qué otros síntomas padece la educación moderna?. El sistema educativo se ha contagiado de las mañas de los políticos. El profesor suspende en casos extremos y abusa del “progresa adecuadamente”. Hemos pasado de una educación excesivamente rígida, distante, formal y jerárquica, a otra de camaradas, informal y horizontal que perjudica a los alumnos. La educación que recibimos los mayores, fue dura, pero nos enseñó a ser consecuentes, rigurosos y al cumplimiento del deber. Debajo de la aspereza del trato del profesor y el padre, se ocultaba un corazón cándido y generoso.
-. De una educación severa y firme, por el efecto péndulo, hemos pasado al permisivismo y debilidad. Antiguamente, nuestros padres eran autoritarios; hoy lo son nuestros hijos; los maestros eran los héroes de los alumnos; hoy son las víctimas. Hoy, maestros y padres andamos aturdidos. Que nuestros padres fueran autoritarios es natural. Que nuestros hijos sean autoritarios va contra natura. Tristemente esto se ve en las aulas, en el recinto familiar, donde el respeto a los mayores es sacrificado por jóvenes tiranos y mimados. Con la mejor intención, hemos protegido demasiado a nuestros hijos y así nunca aprenderán a resolver los problemas por sí mismos.
-. En la educación moderna hay vocablos que se han perdido o son escasos en la conversación de los jóvenes. 1º Sacrificio-. Palabra tabú, desprende un tufillo masoquista y de represión. ¿Se pueden resolver apuros sin austeridad y solidaridad? 2º Deberes-. Si se niegan los deberes ¿se pueden pedir derechos? 3º-. Responsabilidad-. La libertad se hace mayor si se asume la responsabilidad. 4º-. Perseverancia -. El tiempo hecha una mano si nos centramos en la tarea 5º-. Autoridad -. Diametralmente distinta de autoritarismo. Sin autoridad de padres y maestros ¿qué comunidad prospera?. 6º-. Respeto-. Es para los jóvenes como una idea de sabor alcanfor. 7-. Orden-. Rigidez. 8º-. Esfuerzo-. Huele a disciplina, cuartel militar. Las obras de los grandes genios, no han sido conquistadas sin sudor y trabajo.
-. Esta pérdida de los conceptos de sacrificio, deberes, responsabilidad, perseverancia, autoridad, respeto, orden, esfuerzo, mérito, etc explican la dificultad e incapacidad de los chicos para superar sus frustraciones. Los padres con tal de que no sufran y se frustren, les damos las llaves del coche, de lo que sea, haciéndoles un flaco favor. Una palabra tan valiosa como “ no “, es casi inexistente en la conversación entre padres e hijos. ¿Cómo fijar los límites que necesitan, si nunca reciben un “no “ por respuesta? En ausencia de un “no “ consistente y justo, el “si” huele a debilidad e inseguridad. Los mayores vemos a la juventud con preocupación, por su creciente pasividad y escepticismo, resultado del consumismo irresponsable de las últimas décadas. Los padres somos una de las causas de los problemas que tienen estos chicos. ¿Pero quién se ocupa de estos padres? Muchas familias están solas, sin que nadie les ayude Vivimos en un ecosistema en el que todo afecta a todo Lo que le rodea, la escuela, el gobierno, medios de comunicación, tampoco le ayudan y son parte responsable del hundimiento de muchos jóvenes. Estamos en un círculo vicioso: los padres no educan, ni ponen limitaciones; la escuela exige poco y manda a la Universidad jóvenes sin desarrollar. Es necesario romper ese círculo. Acaso la crisis económica actual ayude a un reencuentro con la cultura del trabajo y la responsabilidad. Se requiere el esfuerzo y desafío de todos., siendo la familia más importante en responsabilidad que los colegios y universidades. Es hora de recuperar el concepto de disciplina, para explotar todo el caudal de la mente humana.