Me emociona contemplar esta imagen en sepia; me trae recuerdos de un muy querido familiar y de una costumbre ya desaparecida como era la trilla: vueltas y más vueltas sobre la mies reseca y extendida hasta separar el grano de la espiga. Una de las mulas de la foto se llamaba Pastora y la otra Catalana; con el nombre de la primera, no habría problema, pero el de la segunda, por la connotación que se le daría ahora al nombre, lo podían tomar en sentido peyorativo y a lo mejor terminabas en el juzgado,- es broma, claro-. Entonces había muchas mulas y burras con ese nombre, y otras con nombres muy variados.. ya el maestro guerrero en el huésped del sevillano hace mención de alguno de ellos, y en una de sus letras nos dice: "Para mula de varas, la Capuchina, para tirar con alma, la Peregrina".
Otros nombres muy comunes: algunos indicaban el origen del animal como montañesa, castellana, etc.. y otros por alguna característica física peculiar como torda, - si tenía el pelo más o menos blanco-, castaña, mohína- se distinguía fácilmente por tener el morro negro-, ah!, éstas eran ariscas y solían cocear.
Se está poniendo el sol por Antoñana
y las mulas se muestran perezosas;
que ya no emprenden ese trote, airosas,
igual que al enganchar esta mañana.
Que quieren que les quiten las colleras,
beber agua y un pienso merecido,
descansar de un trabajo tan sufrido
como es el de arrastrar las trilladeras.
Ya mi tío se muestra satisfecho
con los brazos en jarras, descansado,
que la parva, por fin, está trillada.
Y, al acabar un día de provecho,
posa para la foto con agrado
porque ha sido muy dura la jornada.
Un saludo
Otros nombres muy comunes: algunos indicaban el origen del animal como montañesa, castellana, etc.. y otros por alguna característica física peculiar como torda, - si tenía el pelo más o menos blanco-, castaña, mohína- se distinguía fácilmente por tener el morro negro-, ah!, éstas eran ariscas y solían cocear.
Se está poniendo el sol por Antoñana
y las mulas se muestran perezosas;
que ya no emprenden ese trote, airosas,
igual que al enganchar esta mañana.
Que quieren que les quiten las colleras,
beber agua y un pienso merecido,
descansar de un trabajo tan sufrido
como es el de arrastrar las trilladeras.
Ya mi tío se muestra satisfecho
con los brazos en jarras, descansado,
que la parva, por fin, está trillada.
Y, al acabar un día de provecho,
posa para la foto con agrado
porque ha sido muy dura la jornada.
Un saludo