
El paleontólogo Eduardo Carbonell, sostiene que el hombre, no piensa como especie, que todavía no somos humanos. En realidad nos comportamos como una plaga. Ecológicamente hablando, somos una plaga, una especie oportunista y resistente a los mecanismos de defensa de los otros, a expensas de los cuales crecemos rápida e incontroladamente. Y el problema de las plagas es que cavan su propia fosa. Al expandirnos a costa de todo acabaremos diezmados y reducidos a pequeños stops residuales. Si pensáramos como especie y de forma inteligente, adoptaríamos estrategias sensatas para nuestros intereses. Y no lo hacemos. A punto de llegar al máximo de nuestra expansión epidémica, no nos enteramos de nada y creemos que gobernamos el sistema y en realidad es el sistema el que nos gobierna a nosotros, actuando de instinto igual que la langosta de África.
Un abrazo.
Un abrazo.