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DEZA: El ruiseñor que pierde sus hijuelos....

El ruiseñor.

El ruiseñor (Luscinia megarhynchos) es un pequeño pájaro clasificado como un miembro de la familia de las “cazamoscas”, Muscicapidae.

El ruiseñor es un ave migratoria insectívora que procrea en los bosques de Europa y de Asia. Tiene una distribución más meridional que su pariente cercana Luscinia luscinia. Anida cerca del suelo en arbustos densos, y pasa el invierno boreal en el sur de África.

El ruiseñor es similar en tamaño al Petirrojo, con un largo de 15-16,5 centímetros. Es de plumaje oscuro por arriba y de cola con márgenes y puntos rojos; por abajo varía entre este color y blanco. No hay mucha diferencia en aspecto entre los sexos.

Un abrazo.

El ruiseñor macho es bien conocido por su canto, al extremo de que algunos cantantes humanos son llamados “ruiseñores” en admiración; su canto es fuerte, con un registro impresionante de silbidos, borboteos y otros sonidos. Aunque también canta durante el día, tiene el hábito poco común de cantar hasta bien entrada la noche; su canto sobresale en esos momentos, pues hay pocos pájaros más que canten a esas horas. Es por eso que su nombre en varios idiomas incluye la palabra “noche”. Se ha descubierto en investigaciones recientes que cantan con aún más fuerza en los ambientes urbanos y suburbanos para que puedan ser escuchados por encima del ruido ambiental. El rasgo más típico de su canto es un silbido crescendo fuerte. Su canto de alarma suena como una rana.

Un abrazo.

El ruiseñor que pierde sus hijuelos.

Cual suele el ruiseñor entre las sombras
de las ahojas del olmo o de la haya
la pérdida llorar de sus hijuelos,
a los cuales sin plumas aleando
el duro labrador tomó del nido;
llora la triste pajarilla entonces
la noche entera sin descanso alguno,
y desde allí, do está puesta en su ramo,
renovando su llanto dolorido,
de sus querellas hincha todo el campo.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Abuelo: El primer ruiseñor que ví en mí vida y uno de los pocos, fue en la Fuente Rosa. Tenía el nido en un arbusto próximo y lo observé con atención. Me gusta el nombre y la leyenda que siempre acompañó a este pájaro cantor. Mi padre decía que no soportaba la prisión de una jaula y también que el hecho de cantar de noche, se debía a que cuando la hembra calentaba los huevos y posteriormente los pajarillos, necesitaba saber que el macho se encontraba próximo a ella.

Un abrazo