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DEZA: Ya que me he retirado de esquiar, os voy a contar un...

Ya que me he retirado de esquiar, os voy a contar un poco la historia de la nieve tal como la he vivido yo. De pequeño, las nevadas eran muy frecuentes y a veces de gran grosor; no tanto como para dejar de ir a la escuela a pesar que a veces la cuesta de subida estaba helada y resbaladiza. Era lo normal y todo el mundo lo asumíamos. Nuestro calzado habitual eran las albarcas, con unos calcetines de lana hechos por la abuela, pantalones cortos y un simple jersey haciendo juego con los calcetines. Algunos usaban una pequeña bufanda; pero no era imprescindible. El gorrito ni se conocía en nuestras latitudes.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En aquellos inviernos tan fríos de entonces en los que era frecuente ver nevadas de medio metro de espesor y otras que duraban un mes sin deshacerse, la gente pasábamos mucho frío, sobre todo las personas mayores. Y había que hacer cosas que hoy nos parecerían extrañas. Yo he visto a los dueños y a los pastores de las ovejas encerradas, llevar a los corrales cargas de alfalfa y esparceta. Marchaban de casa con polainas y pieles de conejo en los pies, para que no se les congelaran. Todo para alimentar ... (ver texto completo)