Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso
"El sexagenario va rejuveneciéndose carta a carta y acaba pareciéndonos un adolescente apasionado".
Delibes cuenta que a su congénita depresión se va sumando con el tiempo una dosis respetable de escepticismo. “Esto, sí -dice- es cuestión de años. Vas aumentando años y vas quitando ilusiones y cosas en las que esperar y creer. Yo ahora no creo en casi nada y en casi nadie. ¡Qué pocas cosas me quedan en las que creer!”
"El sexagenario va rejuveneciéndose carta a carta y acaba pareciéndonos un adolescente apasionado".
Delibes cuenta que a su congénita depresión se va sumando con el tiempo una dosis respetable de escepticismo. “Esto, sí -dice- es cuestión de años. Vas aumentando años y vas quitando ilusiones y cosas en las que esperar y creer. Yo ahora no creo en casi nada y en casi nadie. ¡Qué pocas cosas me quedan en las que creer!”