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DEZA: Buenos días Deza...

Como cada día mi primera labor es asomarme a Deza, (a ver lo que nos cuentan nuestros amigos dezanos) y como siempre no defraudan.
Un buenos días, la mañana fresquita, es normal a estas horas.
Un feliz domingo os deseo y a cuidarse-.

Buenos días Deza
Muy buenos días amiga Las Matas

Anoche colgué esta foto de mi Callejón en el foro y esta mañana vuelvo a entrar en ella. Tengo una poesía que la voy a poner y dedicar a mis amigos del foro, de este maravilloso rincón que me vio nacer.

Mi Callejón

Cuando yo vine a este mundo
Me crié en un callejón
Allá en la puerta Cihuela
En un sencillo rincón

Donde los pájaros cantan
Desde que despierta el día
Hasta que viene la noche
Que cesan, en su alegría.

Y es que en muchas canaleras
Tienen sus nidos y crías
Que por eso están contentos
Y por esto, siempre pían.

Duermen la noche, cantan al día
Por la mañana y al mediodía;
Contentos siempre, pían y pían
Revoloteando llenos de vida.

Y amontonados, guardando fila
Pasan veloces como flechillas
Dando mil vueltas y planeando
Esos loncetes que siempre chillan

Mientras su hermana, la golondrina
Sigue cazando, trina que trina
Y en los graneros que están abiertos
Cuelgan sus nidos, entre las vigas

Lo mismo que hacen esos aviones
Que amasan barro a pelotones
Haciendo casas maravillosas
En los aleros y en los balcones

Siempre en pelea con los gorriones
Esos pillastres, los muy ladrones
Que en un descuido, se hacen los amos,
De las casitas de sus sudores.

Los estorninos, trozos de noche
Con estrellitas de mil colores
En las antenas lanzan sus gritos
Desafiantes, los muy bribones

Y a las afueras, sin corazones
Siempre matando, fieros halcones
Mientras los buitres surcan los cielos
En compañía de otros aviones.

Mientras por tierra, los más pequeños
Con agua sucia, de los cequiones
Hacen rebalsas y lo pasan bomba
Con latas viejas, que son camiones.

Eso era antes, pues los chiquillos
De aquellas latas no hacen camiones
Ya no hay rebalsas, tampoco barro
Y están tapados esos cequiones.

Ahora molan, ordenadores
Que con sus juegos, causan terror
Pues con disparos, siempre certeros
Hasta, allí muere, el apuntador

Después diremos que no haya guerra
Que el hacer la guerra es un error
Y... ¿Cuantos niños ya se despiertan
Con una guerra en su ordenador?

El abuelo.

Un abrazo