VISIONES DE CASTILLA Y MIGUEL DELIBES.
-. El viernes 12, amaneció gris, con niebla y con escarcha. Había muerto la voz, el cielo, la luz y el alma de Castilla: Miguel Delibes.
_. Las instituciones, la lengua y la cultura castellana han sido instrumentalizadas desde hace siglos, por los grupos que han dominado la escena política y social de España.
-. Unos han presentado a Castilla, como soporte espiritual de la España eterna y opresora de pueblos y otros con una interpretación idealista, según la cual, la verdadera personalidad castellana alcanzó su plena realización en los tiempos medievales y que perdió sus libertades con los Reyes Católicos. La rebelión de las Comunidades será el canto de cisne de la tradición popular castellana y Villalar el símbolo trágico del fin de las libertades de un pueblo. Un análisis riguroso de la trayectoria histórica seguida por el pueblo castellano, demuestra cómo en la época de los Austrias pagó con su trabajo, su sangre y su dinero las fastos imperiales.
-. A raíz del fracaso de la guerra de 1.898, la generación del 98, compartía una honda preocupación por España, así como una sensación de pesimismo originado por la pérdida de Cuba y Puerto Rico. Unamuno, Machado y Azorín intentaron redescubrir lo hispánico cotidiano a partir de la descripción del paisaje castellano, espacio con el que, además identificar las antiguas virtudes castellanas del estoicismo, energía y actividad creadora; virtudes que consideraron perdidas y transformadas en la apatía y provincialismo que había aflorado en la España de finales del siglo XIX. Los tres escritores inventaron una Castilla literaria, triste y grande, mística, pura y madre.
-. En tiempos de la República, el abulense don Claudio Sánchez-Albornoz, a pesar de su admiración por don José Ortega y Gasset, disentía de él, en muchas de las teorías sobre la historia de España y Castilla. En uno de los debates parlamentarios sobre la Constitución al aserto de Ortega de:”Castilla hizo a España y la deshizo “, don Claudio lo contradijo y logró convencerle de que la realidad histórica había sido:” Castilla hizo a España y España la deshizo”.
-. En los últimos tiempos, Castilla ha vivido la última fase de una lenta agonía: emigración, ruina del campo, despoblación y desaliento.
-. La Castilla de Miguel Delibes no es ni medievalista, ni ochentayochista. La Castilla de Delibes es real, con sus hombres, con sus pasiones, su paisaje y su lengua. Es más acorde con la de Dionisio Ridruejo. La Castilla de Delibes es como Cataluña es para Pla y Galicia para Cunqueiro.
-. Sus temas literarios son la naturaleza, la autenticidad de la vida rural enfrentada a la vida de la ciudad, la caza, la infancia, la muerte y el prójimo. En otras palabras, Delibes plasmó con su pluma la realidad de las ciudades y pueblos castellanos, que refleja el alma de sus gentes, curtida por el polvo y los secos calores del verano y los fríos y los barros del invierno.
-. La infancia y la muerte confluyen con frecuencia en sus escritos, por su adolescencia, cuando se inició el conflicto de la guerra civil.
-., La naturaleza y la caza arraiga en su obra, con los veraneos familiares en el pueblo cántabro de Molledo y con las visitas a su novia, que veraneaba en la localidad burgalesa de Sedano. La naturaleza aparece como escenario de sus novelas.
-. La inquietud de Delibes por el prójimo, refleja un fondo social y humano. El hombre enfrentado a la muerte y a la sociedad. Sus personajes son seres sencillos, solitarios y profundamente humanos, tratados con dignidad, hondura y reciedumbre y las pasiones humanas analizadas con realismo y ternura. La soledad esencial del hombre, la aversión por el enfrentamiento violento de la guerra, la incomunicación, la libertad y dignidad humana son las preocupaciones de Delibes, manifestadas a través de sus obras, tratadas todas ellas, con conciencia moral.
-. Delibes llevaba consigo la sangre del carácter castellano. Era un hombre íntegro, honesto, cabal, no manejable, recto, con fortaleza en sus creencias, no le gustaba arrodillarse ante nadie, con la libertad como bandera y respeto por el prójimo. Era un pesimista sensato y un reformista lúcido.
-. Supo lidiar con contundencia embates de la censura en el Norte de Castilla, clamó por las injusticias sociales y revindicó un futuro mejor para la esquilmada tierra castellana.
-. Saboreó la soledad de los campos de Castilla. En el sosiego y la paz del campo inhaló el olor a tomillo, a romero y a retama, mientras liaba un cigarrillo. Buscó en los rastrojos, la perdiz, la codorniz y la tórtola y ponía el mismo empeño en dar con estos pájaros, que en dar con la palabra apropiada.
-. Muchas gracias don Miguel por su obra, su independencia y tener un corazón tan generoso como: Ancha es Castilla. Descanse en paz, maestro.
-. El viernes 12, amaneció gris, con niebla y con escarcha. Había muerto la voz, el cielo, la luz y el alma de Castilla: Miguel Delibes.
_. Las instituciones, la lengua y la cultura castellana han sido instrumentalizadas desde hace siglos, por los grupos que han dominado la escena política y social de España.
-. Unos han presentado a Castilla, como soporte espiritual de la España eterna y opresora de pueblos y otros con una interpretación idealista, según la cual, la verdadera personalidad castellana alcanzó su plena realización en los tiempos medievales y que perdió sus libertades con los Reyes Católicos. La rebelión de las Comunidades será el canto de cisne de la tradición popular castellana y Villalar el símbolo trágico del fin de las libertades de un pueblo. Un análisis riguroso de la trayectoria histórica seguida por el pueblo castellano, demuestra cómo en la época de los Austrias pagó con su trabajo, su sangre y su dinero las fastos imperiales.
-. A raíz del fracaso de la guerra de 1.898, la generación del 98, compartía una honda preocupación por España, así como una sensación de pesimismo originado por la pérdida de Cuba y Puerto Rico. Unamuno, Machado y Azorín intentaron redescubrir lo hispánico cotidiano a partir de la descripción del paisaje castellano, espacio con el que, además identificar las antiguas virtudes castellanas del estoicismo, energía y actividad creadora; virtudes que consideraron perdidas y transformadas en la apatía y provincialismo que había aflorado en la España de finales del siglo XIX. Los tres escritores inventaron una Castilla literaria, triste y grande, mística, pura y madre.
-. En tiempos de la República, el abulense don Claudio Sánchez-Albornoz, a pesar de su admiración por don José Ortega y Gasset, disentía de él, en muchas de las teorías sobre la historia de España y Castilla. En uno de los debates parlamentarios sobre la Constitución al aserto de Ortega de:”Castilla hizo a España y la deshizo “, don Claudio lo contradijo y logró convencerle de que la realidad histórica había sido:” Castilla hizo a España y España la deshizo”.
-. En los últimos tiempos, Castilla ha vivido la última fase de una lenta agonía: emigración, ruina del campo, despoblación y desaliento.
-. La Castilla de Miguel Delibes no es ni medievalista, ni ochentayochista. La Castilla de Delibes es real, con sus hombres, con sus pasiones, su paisaje y su lengua. Es más acorde con la de Dionisio Ridruejo. La Castilla de Delibes es como Cataluña es para Pla y Galicia para Cunqueiro.
-. Sus temas literarios son la naturaleza, la autenticidad de la vida rural enfrentada a la vida de la ciudad, la caza, la infancia, la muerte y el prójimo. En otras palabras, Delibes plasmó con su pluma la realidad de las ciudades y pueblos castellanos, que refleja el alma de sus gentes, curtida por el polvo y los secos calores del verano y los fríos y los barros del invierno.
-. La infancia y la muerte confluyen con frecuencia en sus escritos, por su adolescencia, cuando se inició el conflicto de la guerra civil.
-., La naturaleza y la caza arraiga en su obra, con los veraneos familiares en el pueblo cántabro de Molledo y con las visitas a su novia, que veraneaba en la localidad burgalesa de Sedano. La naturaleza aparece como escenario de sus novelas.
-. La inquietud de Delibes por el prójimo, refleja un fondo social y humano. El hombre enfrentado a la muerte y a la sociedad. Sus personajes son seres sencillos, solitarios y profundamente humanos, tratados con dignidad, hondura y reciedumbre y las pasiones humanas analizadas con realismo y ternura. La soledad esencial del hombre, la aversión por el enfrentamiento violento de la guerra, la incomunicación, la libertad y dignidad humana son las preocupaciones de Delibes, manifestadas a través de sus obras, tratadas todas ellas, con conciencia moral.
-. Delibes llevaba consigo la sangre del carácter castellano. Era un hombre íntegro, honesto, cabal, no manejable, recto, con fortaleza en sus creencias, no le gustaba arrodillarse ante nadie, con la libertad como bandera y respeto por el prójimo. Era un pesimista sensato y un reformista lúcido.
-. Supo lidiar con contundencia embates de la censura en el Norte de Castilla, clamó por las injusticias sociales y revindicó un futuro mejor para la esquilmada tierra castellana.
-. Saboreó la soledad de los campos de Castilla. En el sosiego y la paz del campo inhaló el olor a tomillo, a romero y a retama, mientras liaba un cigarrillo. Buscó en los rastrojos, la perdiz, la codorniz y la tórtola y ponía el mismo empeño en dar con estos pájaros, que en dar con la palabra apropiada.
-. Muchas gracias don Miguel por su obra, su independencia y tener un corazón tan generoso como: Ancha es Castilla. Descanse en paz, maestro.