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Esta mañana me desayuno con las declaraciones de la canciller o cancillera alemana acerca del futuro de Europa, y manifiesta que los países que no hagan los deberes en cuanto a la economía, deberían ser separados de la zona euro. Sobre el mismo tema el banco central europeo, ya ha llamado la atención a nuestros gobernantes en repetidas ocasiones. Y hace tiempo, en el debate Solves-Pizarro, que ganó el primero por goleada- según los medios progresistas-, la visión profética del segundo fue obviada, pero el tiempo le ha dado la razón.
Hace mucho tiempo, Ortega y Gasset en la Rebelión de las masas nos dice:
“ Bajo su máscara de generoso futurismo, el progresista no se preocupa del futuro; convencido de que no tiene sorpresas ni secretos, ni innovaciones esenciales, seguro de que el mundo va en línea recta, retrae su inquietud del porvenir y se instala en un definitivo presenta de proyectos, anticipaciones e ideales. Nadie se preocupó de prevenirlos”.
El progresismo actual agrupa unas doctrinas filosóficas, éticas y políticas de lo que se denomina izquierda. Económicamente, el progresismo se inclina a lo igualitario- yo digo que a que todos seamos, mas o menos, igual de pobres-, a grandes rasgos socialistas, aunque se van separando del corte Marxista. En su doctrina defiende nuevos tipos de libertades como la homosexualidad, el aborto, el laicismo, etc. No les gusta la energía nuclear, aunque tengamos que depender de la del vecino inmediato.
Un ministro de Trabajo decretó aquello de “papeles para todos” y el ministro actual, hace unos días, declaró que los inmigrantes deberían plantearse regresar a sus respectivos países porque aquí no hay trabajo.
Es mi opinión.
Un saludo.
Hace mucho tiempo, Ortega y Gasset en la Rebelión de las masas nos dice:
“ Bajo su máscara de generoso futurismo, el progresista no se preocupa del futuro; convencido de que no tiene sorpresas ni secretos, ni innovaciones esenciales, seguro de que el mundo va en línea recta, retrae su inquietud del porvenir y se instala en un definitivo presenta de proyectos, anticipaciones e ideales. Nadie se preocupó de prevenirlos”.
El progresismo actual agrupa unas doctrinas filosóficas, éticas y políticas de lo que se denomina izquierda. Económicamente, el progresismo se inclina a lo igualitario- yo digo que a que todos seamos, mas o menos, igual de pobres-, a grandes rasgos socialistas, aunque se van separando del corte Marxista. En su doctrina defiende nuevos tipos de libertades como la homosexualidad, el aborto, el laicismo, etc. No les gusta la energía nuclear, aunque tengamos que depender de la del vecino inmediato.
Un ministro de Trabajo decretó aquello de “papeles para todos” y el ministro actual, hace unos días, declaró que los inmigrantes deberían plantearse regresar a sus respectivos países porque aquí no hay trabajo.
Es mi opinión.
Un saludo.