Ahora resulta, que los que informamos (el mensajero) del despilfarro de dinero público (no olvidemos lo de despilfarro y dinero público, y menos ahora) en algo innecesario por parte de la Junta de Andalucía (el mensaje), como ya se ha explicado aquí, somos los culpables de la situación, de ahí lo de matar al mensajero, por otra parte algo de contrastada antigüedad, y no siempre en sentido metafórico, como intento ilustrar con el siguiente mensaje.
Un saludo.
Un saludo.