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DEZA: Quitiliano....

Buenos días Deza y amigos del foro: Hoy voy a hacer una reflexión sobre nuestros relojes.

Fabrica relojes con excrementos fosilizados de dinosaurio.

Después de utilizar polvo de la Luna y óxido del Titanic, el relojero suizo Yvan Arpa va a incorporar excrementos de dinosaurio en el último modelo de sus relojes.
El diseñador de relojes Yvan Arpa muestra en su última creación, un reloj de excrementos de dinosaurio fósl.
"He decidido ir aún más lejos y utilizar el material prohibido, el coprolito", un término utilizado en paleontología para designar los excrementos fosilizados, relató a AFP el fundador de la sociedad fabricante de relojes Artya al margen del salón Baselworld, que se desarrolla hasta el 25 de marzo en Basilea.

"Felizmente, el color en el interior es magnífico y tiene 100 millones de años, es la antimateria" por excelencia, agregó Yvan Arpa, un matemático cuya sociedad tiene su sede en Vesenaz, cerca de Ginebra.

La materia fecal fosilizada, proveniente de un dinosaurio herbívoro cuya especie no pudo ser determinada, sirve de fondo blanco nacarado, con venas grises y naranjas, sobre el cual destacan dos agujas negras.

Cada ejemplar, vendido en 12.000 francos suizos (11.200 dólares), es "único" y sobre todo certificado, insistió Arpa, que aseguró que existe un pequeño mercado de fósiles de dinosaurio.

"La gente trabaja con oro y plata... a mí me gusta transformar la materia no noble en materia noble", explicó el fabricante, que ya se había distinguido cuando fue el primer que creó un reloj de un valor de 300.000 francos suizos (282.905 dólares) que no indicaba la hora y sólo si era de día o de noche.

Los relojes, tanto el de la torre de la iglesia, como el del antiguo Ayuntamiento de la Plaza Mayor de nuestro pueblo, deben tener mucho valor porque por ellos no pasa el tiempo: No tiene validez el antiguo aforismo de que el tiempo huye, "Tempus fugit" que decían los romanos. Tenemos la panecea que siempre ha buscado el hombre: En Deza, el tiempo se detuvo hace tiempo...

Un abrazo.

Tempus fugit.

Tempus fugit es una expresión proveniente del latín con el significado «El tiempo se escapa» o «El tiempo vuela» invitando a no perderlo. La expresión aparece por primera vez en los escritos de las Geórgicas, poema escrito por el poeta romano Virgilio. La frase exacta es «Sed fugit interea fugit irreparabile tempus».

Esta frase latina se encuentra a menudo inscrita en la carátula de los grandes relojes de péndulo. En algunos relojes de sol puede encontrarse también esta frase completa: «Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra». El tiempo vuela, como las nubes, como las naves, como las sombras.

Un abrazo.

Las Geórgicas

Las Geórgicas (publicadas en 29 a. C.) son un poema de Virgilio, el segundo en importancia de entre los que escribió, cuya intención es glosar e informar acerca de las labores agrícolas, además de representar una loa de la vida rural.

El poema está dividido en cuatro libros, tiene un caracter didáctico y consta de 2.188 hexámetros. Tiene su origen en Los trabajos y los días de Hesíodo. Virgilio la dedicó de modo especial a sus benefactores, Augusto y Mecenas (al que se invoca en el inicio de cada libro). La obra sirve de ilustración de algunas de las labores desarrolladas en el campo (recolección, siembra...), de explicación del funcionamiento de las estaciones del año y de las características climáticas.

Además de estos temas relacionados con la vida en el campo, hay otras partes del libro en que aparecen episodios sin relación aparente con él, como es el relato de los acontecimientos asombrosos que siguieron al asesinato de Julio César, o haciendo analogías que sirven para elogiar el gobierno de Augusto en el caso del apartado de la vida de las abejas.

Un abrazo.

Publio Virgilio Marón nació en Andes, actual Pietole, cerca de Mantua, en la Región X, Venetia, hoy Lombardía italiana, 15 de octubre de 70 a. C. Más conocido por Virgilio, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri, La Divina Comedia, fue su guía a través del Infierno y del Purgatorio.

Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma.

Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.

Un abrazo.

Otros dos clásicos del latín, de gran prestigio son el bilbilitano Marcus Velerus Marcialis y el calagurritano Marcus Fabius Quintilianus, ambos como vemos paisanos nuestros, pues tanto Calatayud como Calahorra y Deza pertenecían a la provincia Tarraconense

Marcus valerius Marcialis procedía de Bílbilis (Calatayud), en la Hispania Tarraconense. Alrededor del año 64 d. C. marchó a Roma para terminar sus estudios jurídicos bajo la protección de Séneca, pero la caída en desgracia de éste y su suicidio le dejaron desamparado y su pobreza le obligó a sobrevivir de forma bohemia e itinerante como cliente de diversos patronos la mayor parte de los 35 años que pasó allí. Se ganó sin embargo la amistad de los mayores escritores de ese tiempo, Plinio el Joven, Silio Itálico, el también satírico Juvenal y el gran rétor Marco Fabio Quintiliano, que también era hispanorromano. De la misma manera trabó amistad con el poeta gaditano Canio Rufo, un temperamento afín al suyo. Poco a poco favorecido por los emperadores Tito y Domiciano, a quienes dedicó interesados elogios, estos le nombraron miembro del orden ecuestre y ganó diversos honores, entre ellos la exención de los impuestos que habían de pagar los que no tenían hijos, esto es, el ius trium liberorum. Sin embargo, sus sucesores Nerva y Trajano se olvidaron de él y hubo de retornar a Bílbilis y aceptar allí el regalo de una propiedad campestre por parte de una admiradora; la vuelta a la vida rural era uno de sus grandes sueños. Allí marchó el año 98 d. C. para pasar su vejez y murió seis años después. Era la vida que ansiaba, como escribió en unos celebérrimos versos muy citados a su amigo Tulio Marcial:

Las cosas que hacen feliz, / amigo Marcial, la vida, / son: el caudal heredado, / no adquirido con fatiga; / tierra al cultivo no ingrata; / hogar con lumbre continua; / ningún pleito, poca corte; / la mente siempre tranquila; / sobradas fuerzas, salud; / prudencia, pero sencilla; / igualdad en los amigos; / mesa sin arte, exquisita; / noche libre de tristezas; / sin exceso en la bebida; / mujer casta, alegre, y sueño / que acorte la noche fría; / contentarse con su suerte, / sin aspirar a la dicha; / finalmente, no temer / ni anhelar el postrer día.

Un abrazo.

Quitiliano.

Marcus Fabius Quintilianus fue un retórico y pedagogo hispanorromano. Nació en Calagurris Nassica, actual Calahorra, cerca de Logroño, en la provincia hispanorromana de la Tarraconense. Hizo sus primeros estudios en Roma, donde su padre ejercía la profesión de retor o abogado; allí adquiere una cultura general muy completa siguiendo las lecciones de Remio Palemón y Servilio Nonanio en literatura y de Domicio Afer en elocuencia. Regresa a España en el año 61 cuando Nerón nombra a Galba gobernador de la Tarraconense. Durante siete años, es profesor de elocuencia y abogado. Vuelve a Roma en el año 68 tras el asesinato de Nerón, cuando es proclamado Galba emperador, y desarrolla una brillante y reconocida carrera de veinte años como abogado y profesor de retórica en la Roma de Vespasiano, Tito y Domiciano. Abrió una escuela pública de retórica que obtuvo un gran éxito y le hizo ganar alrededor de cien mil sextercios al año. Le fue encomendada la educación de los sobrinos de Domiciano y los hijos de la emperatriz Domitila. Su fama proviene sin embargo de ser el mejor profesor de retórica del mundo antiguo junto a Isócrates. En esta materia alcanzó un prestigio tal que se le nombró profesor oficial de la materia con retribución pública. Era amigo del científico Plinio el Viejo, el esritor romano Plinio el Joven fue alumno suyo y quizá lo fue incluso el historiador Tácito. Tras consumir esos veinte años como abogado y profesor, se retiró el año 89 para dedicarse a escribir rodeado de honores (los ornamenta, los consularia y la laticlavia (toga con una banda en su borde de color púrpura que sólo podían vestir los nobles romanos). El fin de su vida está señalado con una serie de dramas familiares: el mismo año de su retiro, 89, perdió a su mujer, que tenía 19 años; en el 90, a su hijo primogénito, que contaba cinco; en 95, al segundo, con diez. Escribió primero un diálogo que se ha perdido en que expone su propia posición sobre la creciente corrupción del arte de la elocuencia (De causis corruptae eloquentiae) y, poco antes de fallecer, divulgó su obra mayor: De institutione oratoria. Son espurias dos colecciones de declamaciones que se le atribuyen ("Maiores" y "Minores"). Murió probablemente poco antes del asesinato del emperador Domiciano, en el año 95.

Un abrazo.