Buenas noches Deza y amigos del foro: Mira por donde, la fotografía de Catalina me trae recuerdos de mi niñez. Tendría yo siete u ocho años o quizá menos, cuando el tio Perico "El Pollo”, su padre (por cierto primo de mi abuelo Pedro) y que a mi me parecía muy viejecito, cayo enfermo. Le dieron (así se decía), en vista de su gravedad, la Extrema Unción que es uno de los siete sacramentos de la Iglesia. Yo pensaba en mi infantil ignorancia que todo aquel que la recibía se moría irremisiblemente. Era lo que pasaba siempre.
Cual no fue mi sorpresa al ver que a los pocos días salió a la calle y paseaba como cualquier otro mortal. Mi asombro no tuvo límites y hasta que no me dieron la explicación conveniente, estuve un poco perplejo, con aquel caso.
Hoy día ya la he recibido yo y veo que estoy vivo. Lo he tenido que padecer en mis propias carnes.
Un abrazo.
Cual no fue mi sorpresa al ver que a los pocos días salió a la calle y paseaba como cualquier otro mortal. Mi asombro no tuvo límites y hasta que no me dieron la explicación conveniente, estuve un poco perplejo, con aquel caso.
Hoy día ya la he recibido yo y veo que estoy vivo. Lo he tenido que padecer en mis propias carnes.
Un abrazo.