Aristóteles, Newton, Da Vinci... y otros tantos fueron empedernidos solteros... quizás por esto hubo una razón de más peso para dedicarse de lleno a la ciencia. De todas formas a Erwin Schrödinger se le conocen más lios de faldas que electrones tiene el Uun. De lo que puede postularse que la inspiración es efímera y la gloria un arduo trabajo.
Un abrazo.
Un abrazo.