DEZA: LA CAPITALIDAD. ¿POR QUÉ MADRID?: EL MADRID DE LOS...

LA CAPITALIDAD. ¿POR QUÉ MADRID?: EL MADRID DE LOS AUSTRIAS II. (Continuación)
-. Desde 1.561 que Felipe II trasladó su capital a Madrid no perdió ese carácter, sino durante un breve periodo 1.601-1.606 en que Felipe III confirió la capitalidad a Valladolid. Resulta paradójico que Felipe II, vallisoletano, fijara la capital en Madrid, mientras que su hijo Felipe III, madrileño, consintiera el traslado a Valladolid. Decimos que consintiera porque el traslado a la ciudad del Pisuegra, está relacionado con su privado, el duque de Lerma, quien ejercía un gran dominio sobre la voluntad del rey y buscaba la revitalización de Castilla la Vieja. Ante las quejas de los madrileños y el dinero dado al duque de Lerma, Madrid se queda con la Corte.

-. El crecimiento de Madrid va a ser inversamente proporcional al de su entorno geográfico: cuanto más crezca la capitalidad, más se empobrecerá la Meseta, su despensa y proveedor humano. Es esa Castilla en declive, la que recibirá la puntilla en los años de mayor expansión madrileña (1.561-1630) para no recuperarse jamás.

-. La instalación de la Corte en Madrid obliga a efectuar urgentes trabajos urbanísticos para mejorar la habitabilidad de las calles. Madrid tenía 5 puertas principales: Alcalá, Atocha, Toledo, Segovia y Bilbao. Y 11 puertas secundarias: Recoletos, Santa Bárbara, Fuencarral, San Bernardino, Conde Duque, San Bernardo, San Vicente de la Vega, Las Vistillas, Gil Imón, Embajadores y Valencia.

-. La red viaria era estrecha, sinuosa e insuficiente para los carruajes existentes. Estas calles angostas y sin alumbrado convertían las salidas nocturnas en una auténtica aventura. Las patrullas de policías se reforzaban por la noche, pero seguían siendo insuficientes para la seguridad ciudadana.

-. Las zonas comerciales y artesanales se sitúan en plazas y calles que se especializan en determinadas actividades, que dan nombre a la calle: Cuchilleros, Latoneros, Bordadores, Curtidores … Los joyeros, orfebres y sedas se concentran en la calle Mayor; el mercado al aire libre se instala en la Plaza Mayor; el pescado se vende en la Plaza de la Cebada; la carne en el Rastro; las flores y plantas en la Puerta de la Cruz; la fruta en la Puerta del Sol; el mercado mayorista de paja en la Plaza de la Paja; la contratación de lacayos ó criados en la Plaza de Herradores; el alquiler de jumentos y coches para las romerías en la Plaza los Carros. Con la expansión demográfica se abren nuevos mercados en la Plaza de Antón Martín y Santo Domingo.

-. La especulación del suelo en las áreas residenciales era ya evidente. La más cara era la zona de la Plaza y Calle Mayor; le siguen Puerta del Sol y Atocha. Los precios del área residencial de la Calle San Bernardo, Fuencarral, Hortaleza y de la Carrera de San Jerónimo estaban en la relación de uno es a cinco de las primeras.

-. A partir del siglo XVI, Madrid comenzó su expansión territorial, a la vez que se convertía en el primer centro cultural y artístico del reino. El Madrid artístico partía de la Puerta de la Vega, discurría hacia el Puente Segovia, Puerta de Toledo, Puerta de Embajadores, Atocha, Buen Retiro, la anterior Puerta de Alcalá, que era de un solo vano, más próxima a la Puerta del Sol que la actual, Portillo de Recoletos, Portillo de Santa Bárbara, Portillo de los Pozos de Nieve, donde se ubica actualmente la Glorieta de Bilbao, Portillo de Fuencarral, Portillo de Conde Duque, Portillo de San Vicente, Campo del Moro y, de nuevo, Puerta de la Vega.-. En el plano de Texeira de 1.656, es el plano que contiene mayor información sobre Madrid. Muestra una estructura urbana confusa con escasos espacios verdes, donde se observa que existía una gran diferencia entre las relativa riqueza de iglesias y palacios y la mediocridad del caserío, realizado con tapial – paredes de madera rellenas de barro. El rápido crecimiento de Madrid a raíz de su capitalidad, motivó grandes diferencias en la estructura social y una gran desproporción entre el rápido aumento de la poblacíón y el reducido caserío existente, produciendo un auténtico hacinamiento humano. En la zona oeste se sitúa el Alcázar, residencia regia, que alberga también parte de las instituciones administrativas y gubernamentales. Al este, el Palacio del Retiro, de recreo y fiestas reales.

-. A mediados del siglo XVI se comenzó a la construcción de edificios civiles y religiosos, especialmente importantes. En el reinado de Felipe II se reconstruyó el Monasterio de las Descalzas Reales y se construyen la Casa de las Siete Chimeneas, el Puente de Segovia y el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús. En el reinado de Felipe III se construye la Plaza Mayor y la Catedral de San Isidro. Felipe IV potenció todas las actividades culturales y fue gran aficionado al teatro y a la pintura, pero no tuvo voluntad para resolver los problemas en un periodo difícil. Durante su reinado se construyen la cárcel de la Corte que ocupaba la actual sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y la Casa de la Villa, hasta hace poco, sede del Ayuntamiento. Madrid era bullicio, protocolo, teatro, toros, es decir, puro escenario de la primera potencia mundial, que entre bambalinas, escondía su quiebra y su fracaso.

-. Los mentideros eran lugares comunes de reunión de gente ociosa de Madrid. Los más importantes eran tres. El mentidero de los soldados, en las gradas de la Iglesia de San Felipe Neri, situada en la Puerta del Sol-Calle Mayor; el mentidero de los cómicos y gente de teatro, cerca de la Iglesia de San Sebastián en la calle Atocha y el mentidero de los políticos y funcionarios en el Alcázar.

-. Carlos I, bailaba, justaba y torneaba como cualquier caballero. Felipe III aumentó las diversiones de los madrileños y construyó l Plaza Mayor para actos populares. Felipe IV libró a Madrid de un secular aburrimiento y lo enseñó a reír, siendo el gran director de escena de la Obra Madrid se divierte, el Conde –Duque de Olivares. No debemos olvidar que el siglo del Barroco fue una etapa de contrastes, de luces y sombras, de luto y de jolgorio: de claro-oscuro, utilizando el símil pictórico de la época.

-. Este fue el Madrid de los Austrias. Durante este tiempo, la Villa tuvo que aprender, a marchas forzadas, a ser Corte y Capital del Reino.

-. Hace unos años la prensa se hacía eco de la proyectada Ley de Capitalidad para Madrid. Si se le debía subvencionar por el coste de ser capital, pues ser la ciudad más sobrecargada debe tener una recompensa. Estos son los pros y los contras de ostentar tan elevado título.
-. Saludos. Lacalle Mediavilla.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Otra magistral exposición, Lacalle. Tanto tu criterio, como tus bien documentadas participaciones, aportan a este foro prestigio y conocimientos interesantes. Haces una exposición muy real de la Villa y Corte, de la ciudad donde nadie es forastero.
Un saludo.