Ayer efectivamente hicimos unas migas para comer, acompañadas de un cuarto de conejo a la plancha.. El pan duro, ya se había cortado por la noche y puesto a remojo (sin llegar a empapar). Después cortamos los ajos finamente o sea a trocitos y los pusimos a freir con una vuelta de chorizo riojano hecho cachitos. Cuando el aceite tomó ese colorcillo rojizo y los ajos comenzaron a dorarse, echamos el pan y comenzamos a darle vueltas con una rasera, sin parar. Al cabo de veinte minutos (?) comenzamos a servirlas y a comerlas calentitas. Si que estaban buenas; pero el encontrar trocitos de chorizo no me satisfacía puesto que mi madre las hacía sólo con pimentón y esos tropiezos, estaban demás, para mi gusto. Las acompañamos con uvas y un buen vino que fué al final de un regalo de la parra del Lorenzo Luengo, de la Rioja. Excelente, de verdad. Gracias Lorenzo y que sea por muchos años...
Un abrazo
Un abrazo