Desde un punto de vista motor, la cara ha alcanzado un notable desarrollo expresivo en los primates, sobre todo en el hombre. El sistema motor facial está compuesto por más de 20 músculos capaces de representar distintos tipos de expresiones faciales. Sólo el párpado, controlado casi en exclusiva por dos músculos antagonistas, presenta una elaborada biomecánica y es capaz de llevar a cabo un conjunto considerable de movimientos diferentes. La expresión facial de las emociones ha seguido un complejo recorrido evolutivo, habiendo quedado perfilada en una serie de representaciones gestuales que indican distintos estados emocionales. La cara es una puerta abierta al interior del individuo, porque no existe una información sensorial, ni un control voluntario, completos de la disposición de todos sus componentes motores, esto es, de todos los músculos que le dan forma y expresividad. Por todo ello, el rostro humano es un vehículo importantísimo de comunicación no verbal.
Un abrazo, amigos de Deza
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