Anteriormente, hace pocos días, que expliqué las labores de la trilla, que naturalmente, por orden hubiese tocado ahora. Puedes mirarlo un poco más atrás.
Con la poesía al trillo pasaré página a la sección de la siega. Aunque ya está repetida no pasará nada por volverla a la actualidad.
A un viejo trillo de mi pueblo.
Este armazón de hierros y madera
Viejo ya y carcomido, al sol tostado,
Cansado al fin de rodar allá en la era
Podrido está, apoyando su espalda de costado.
Pero no porque el amo haya querido.
Fue el tiempo el que puso en él su huella
Después de que cumpliera su destino,
Envejecido ya, pese a su estrella.
No hay lágrimas para contar la historia;
Ni palabras elocuentes que volaron
Pues nos quedan solamente en la memoria
Los trabajos que sufrimos, ya pasados.
Los caballos que arrastraron este trillo
Al igual que sus dueños, ya marcharon
Pues el tiempo que va haciendo de rodillo,
Como el trillo, a sus seres devoraron.
Un abrazo.
Con la poesía al trillo pasaré página a la sección de la siega. Aunque ya está repetida no pasará nada por volverla a la actualidad.
A un viejo trillo de mi pueblo.
Este armazón de hierros y madera
Viejo ya y carcomido, al sol tostado,
Cansado al fin de rodar allá en la era
Podrido está, apoyando su espalda de costado.
Pero no porque el amo haya querido.
Fue el tiempo el que puso en él su huella
Después de que cumpliera su destino,
Envejecido ya, pese a su estrella.
No hay lágrimas para contar la historia;
Ni palabras elocuentes que volaron
Pues nos quedan solamente en la memoria
Los trabajos que sufrimos, ya pasados.
Los caballos que arrastraron este trillo
Al igual que sus dueños, ya marcharon
Pues el tiempo que va haciendo de rodillo,
Como el trillo, a sus seres devoraron.
Un abrazo.