Buenas tardes, amigos dezanos. Un poco olvidados los foros, últimamente, auí entro para compartir algún mensaje del foro paisano de Soria. Los de la capital, ni saben, ni contestan, ni, parece, les interesan estas cosas. Quízás es para preguntarse si merece la pena seguir.
Bueno, lo dicho. Hoy hacía José-Luis una reflexión sobre las filias y las fobias y, como no tengo mucho tiempo, copio y pego mi opinión y aquí la expongo.
"Al hilo de lo que comenta José-Luis, y en el contexto que usa, me viene a la memoria un comentario que oí hace años a Vázquez Montalbán, y que creo que ya he comentado por aquí, en el que venía a decir que prefería ser forofo de algo no muy trascendente como el fútbol que serlo de la religión o la política. Para quienes lo hayan olvidado, el "padre" del detective Pepe Carvalho era un culé confeso y, aunque militante del PSUC, su militancia no le impedía hacer declaraciones como la que hemos traído líneas arriba, sin que por eso dejase de ser una persona coherente, ni que devenga contradictorio. Crítico, humorista, gastrónomo, irónico, era lo suficientemente lúcido e inteligente para no caer en esa "fe de carbonero" que más de uno arrastran los que, de forma acrítica, son incondicionales de religiones o partidos políticos como aquí apunta José-Luis."
Bueno, lo dicho. Hoy hacía José-Luis una reflexión sobre las filias y las fobias y, como no tengo mucho tiempo, copio y pego mi opinión y aquí la expongo.
"Al hilo de lo que comenta José-Luis, y en el contexto que usa, me viene a la memoria un comentario que oí hace años a Vázquez Montalbán, y que creo que ya he comentado por aquí, en el que venía a decir que prefería ser forofo de algo no muy trascendente como el fútbol que serlo de la religión o la política. Para quienes lo hayan olvidado, el "padre" del detective Pepe Carvalho era un culé confeso y, aunque militante del PSUC, su militancia no le impedía hacer declaraciones como la que hemos traído líneas arriba, sin que por eso dejase de ser una persona coherente, ni que devenga contradictorio. Crítico, humorista, gastrónomo, irónico, era lo suficientemente lúcido e inteligente para no caer en esa "fe de carbonero" que más de uno arrastran los que, de forma acrítica, son incondicionales de religiones o partidos políticos como aquí apunta José-Luis."