Nostalgia...
Buenos días Deza: El dominio de la distancia nos tiene sorbido el seso y está de moda mirar las estrellas y las galaxias. Hace tiempo ya que nuestra mirada se dirige hacia parajes lejanos, más allá del vecindario y de nuestros campos y el sentido del mundo espacial inmediato ha disminuido. El atractivo de lo distante lo hemos pagado a un alto costo, en detrimento de lo próximo. En pueblos ya los chicos no buscan nidos ni saben distinguir a que pájaro pertenece esa casita colgada en un árbol, debajo de un alero o bien escarbada en el propio suelo. En nuestros pueblos las oportunidades para hacer compras, reparaciones, encontrarse con conocidos o simplemente para dejarse llevar por el movimiento del mundo han disminuido. Para las personas mayores se ha vuelto más complicado visitar al médico, los niños ya no tienen campos en donde jugar, ni ríos donde pescar cangrejos, ni siquiera pájaros que perseguir con su tiragomas. Los tiempos han cambiado...
Un abrazo.
Buenos días Deza: El dominio de la distancia nos tiene sorbido el seso y está de moda mirar las estrellas y las galaxias. Hace tiempo ya que nuestra mirada se dirige hacia parajes lejanos, más allá del vecindario y de nuestros campos y el sentido del mundo espacial inmediato ha disminuido. El atractivo de lo distante lo hemos pagado a un alto costo, en detrimento de lo próximo. En pueblos ya los chicos no buscan nidos ni saben distinguir a que pájaro pertenece esa casita colgada en un árbol, debajo de un alero o bien escarbada en el propio suelo. En nuestros pueblos las oportunidades para hacer compras, reparaciones, encontrarse con conocidos o simplemente para dejarse llevar por el movimiento del mundo han disminuido. Para las personas mayores se ha vuelto más complicado visitar al médico, los niños ya no tienen campos en donde jugar, ni ríos donde pescar cangrejos, ni siquiera pájaros que perseguir con su tiragomas. Los tiempos han cambiado...
Un abrazo.