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DEZA: Vida episcopal....

Diego de Deza.

Aunque no naciera en nuestro pueblo, por afinidad de su nombre con el de nuestra Villa, merece la pena que intetemos saber un poco de la historia de este personaje que fue famoso y temido, en su tiempo de inquisidor y por salir a relucir en las conversaciones que se llevaron a cabo, con motivo de los viajes de Colón

Diego de Deza de la Orden de Predicadores, nació en Toro - Zamora- en el año 1443 y murió en Sevilla el 9 de junio de 1523, habiendo sido arzobispo, teólogo e inquisidor español.

Un abrazo.

Perteneciente a la nobleza gallega, recibió su primera formación de Diego de Merlo, a través de quien formalizó su ingreso en la Orden de los Predicadores en Toro, 1470. Estudió en la Universidad de Salamanca, habiendo ingresado en la misma en 1473, y en la cual, más tarde, ocupó una cátedra de teología. En dicha Universidad, conoció a Elio Antonio de Nebrija y a Alonso de Madrigal el Tostado.

Fue nombrado provincial de su Orden y prior del convento de San Esteban de Salamanca, en 1476 y 1477 sustituyó de forma temporal al maestro Pedro de Osma en la cátedra de Prima de Teología, que ocupó desde 1480, fecha en que la ganó por oposición tras la muerte de aquél. Durante el ejercicio de su cátedra siguió la orientación tomista, contraria al nominalismo.

Un abrazo.

Vida en la corte.

En 1486 fue nombrado tutor del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos y se introdujo en la vida de la corte, renunciando a su cátedra. Luego fue nombrado obispo de Zamora y en 1494 de Salamanca. El príncipe residió con él y en esta ciudad contrajo la enfermedad que le llevaría a la muerte, en octubre de 1497. En 1498 fue nombrado Obispo de Jaén, y entre 1500 y 1504 ocupó el obispado de Palencia, siendo nombrado posteriormente Arzobispo de Sevilla, cargo que ocupó desde 1504 hasta 1523.

Un abrazo.

Como prelado, destacó por el interés en elevar el nivel cultural del estamento eclesiástico y en fortalecer su disciplina, así como por su actividad sinodal: convocó el Concilio de Salamanca de 1497 y el de Palencia de 1500, cuyos capítulos reflejan sus preocupaciones reformistas. Sin embargo, los cargos que poseía en la Corte, a los que en 1500 se añadieron los de capellán mayor, confesor real y Gran Canciller de Castilla, le impidieron residir en las sucesivas diócesis que regentó. En 1497, tras la publicación de la bula Quanta in Dei Ecclesia y mediante la concesión del breve Alias ex certis, el Papa le encomendó la reforma de la Orden de los dominicos; mediante el breve Alias ex vobis (14 de noviembre de 1499), fue encargado junto con Cisneros y Desprats de la reforma de las comunidades mendicantes.

Un abrazo.

Relación con Cristóbal Colón.

Defendió ante los Reyes Católicos las ideas de Colón, de quien fue amigo y lo acompañó a Salamanca para enfrentarse al claustro de la Universidad. Probablemente, a través de Deza se produjo el contacto de Colón con el cardenal Pedro González de Mendoza. Algunos historiadores le atribuyen un papel decisivo como mediador de Colón ante los Reyes Católicos.

Un abrazo

En la Inquisición.

En 1498 recibió la bula de Alejandro VI que lo confirmaba como Inquisidor General de Castilla y León y en 1499 la que hacía extensiva su jurisdicción a los territorios de la Corona de Aragón. Pero compartió la dignidad de inquisidor mayor con otros obispos nombrados en época de Torquemada hasta 1504, en que asumió la presidencia única del Santo Oficio. En 1500 y 1504 amplió las disposiciones de 1484 que regulaban el funcionamiento de los tribunales, contemplando nuevos casos que carecían de reglamentación y oredenó a todos los oficiales de la Inquisición que hiciesen uso de la obra Directorium Inquisitorum, de Nicolás Eimeric, editada en 1503. En 1504 ordenó confiscar los escritos de Antonio de Nebrija por las declaraciones de éste en favor de la intervención de los filólogos en la revisión de los textos de las Sagradas Escrituras.

Un abrazo.

Como consecuencia de su interés por ampliar la jurisdicción y poderes del Santo Oficio en todos los territorios dependientes de la monarquía española, dispuso la instauración de la Inquisición en Sicilia en 1500 e intentó sin éxito establecer un tribunal en Nápoles en 1504. Se enfrentó con fray Hernando de Talavera, quien se opuso a la introducción de los inquisidores en el obispado de Ávila y posteriormente a la creación de un nuevo distrito del tribunal en Granada, de cuya diócesis era regente. La actitud de Talavera motivó el proceso que inició en su contra Diego Rodríguez de Lucero, inquisidor de Córdoba, y las consiguientes protestas que contra este último elevaron a Deza el marqués de Priego y el conde de Cabra. Deza, quien desde 1504 ocupaba la mitra de Sevilla, defendió la actuación de Lucero y le mantuvo en su cargo, a la par que renunciaba a hacerse cargo del proceso de Talavera. Su actitud ante el caso, que provocó desórdenes y revueltas en Córdoba, unida al rigor que demostró en la persecución de los conversos, motivó la orden, en 1506, de Felipe el Hermoso de que se suspendiesen todos los procesos del Santo Oficio que se hallasen en curso y subdelegase su cargo en el obispo de Catania, Diego Ramírez de Guzmán. Tras la muerte del monarca ese mismo año, Deza intentó infructuosamente recuperar la dignidad de inquisidor general, ya que en 1507 Fernando el Católico nombró para el cargo al cardenal Cisneros.

Un abrazo.

Vida episcopal.

A partir de esa fecha, Deza se dedicó a la organización interna de la diócesis sevillana. En 1512 convocó un concilio provincial en el que ordenó colocar públicamente en todas las parroquias de su jurisdicción tablas en las que estuviesen escritos los principales artículos de la fe para que los sacerdotes las leyeran y explicaran a sus parroquianos y contribuir así a la formación religiosa popular, iniciativa considerada como de los primeros impulsos dados al programa catéquico desarrollado durante el s. XVI. En 1515 estableció en la diócesis el estatuto de limpieza de sangre, con lo que el sevillano se erigió en el segundo cabildo español en impedir la promoción de los descendientes de judíos o conversos. En 1517 fundó en Sevilla el colegio universitario dominico de Santo Tomás, equiparado en rango a los de Valladolid y Salamanca.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Fue nombrado arzobispo de Toledo, pero no llegó a tomar posesión del trono episcopal, pues murió antes, el 9 de junio de 1523. No obstante, Adriano VI promulgó las bulas que lo confirmaban en su dignidad. Sus restos mortales se encuentran en un sepulcro situado en la Capilla de San Pedro de la Catedral de Sevilla. Destacó como impulsor de numerosas obras en las diócesis que rigió, especialmente las reformas y ampliaciones en el convento de San Estebán de Salamanca, en la catedral e iglesias de Zamora, ... (ver texto completo)