“La ministra de Defensa, Carme Chacón, se ha referido a los cuatro militares fallecidos en Haití como "héroes", durante el acto de despedida celebrado a bordo del buque "Castilla", fondeado frente a la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Chacón ha presidido el acto breve en el buque "Castilla", donde se encuentran los féretros con los restos mortales de los fallecidos, ante unos dos centenares de militares del contingente español en la misión de Haití, compuesto por unos 450 efectivos.
En el hangar de helicópteros del buque, la ministra aseguró que "España se ha movilizado para socorrer a un pueblo afligido". También recordó que, desde que se puso en marcha la misión, han participado unos 300 cooperantes, se han utilizado 27 aviones, se han repartido unas 200 toneladas de ayuda y se han invertido más de 100 millones de euros. "Ahora hay que añadir a esta lista de generosidad y entrega la vida de cuatro compañeros, de cuatro marinos españoles", sentenció Chacón”.
Esta reciente noticia, que todos conocéis, me hace reflexionar sobre los reconocimientos que se hacen a los distintos colectivos profesionales. No hace mucho nuestro amigo Manuel hacía mención sobre reconocimientos entre personal docente. Se podría hablar de otros muchos profesionales, en este caso en el militar, en el que se les considera “héroes” a los soldados fallecidos. Sin restar importancia a las misiones que nuestras FFAA cumplen en las diversas misiones, tanto en el interior como en el exterior de España, me parecen excesivas estas consideraciones. Este mismo accidente con personal de la aviación civil no hubiera tenido el mismo trato.
Esto se escribía el lunes 19, acerca de otro accidente de aviación, uno de cuyos pasajeros era el presidente de Polonia, personaje controvertido y con escaso apoyo popular:
“Polonia despidió y enterró ayer a Lech Kaczynski en Cracovia como si hubiese sido un héroe o un rey. Cerca de 150.000 personas se reunieron en la antigua capital polaca para sepultar al presidente y a su mujer, Maria, en el castillo de Wawel, el lugar donde descansan los reyes, poetas y héroes nacionales polacos”.
Entiendo que sobran muchas medallas y menciones en el trabajo diario y pienso que no tiene especial mérito cumplir con la obligación diaria de la profesión elegida. Los accidentes pueden suceder a cualquiera. Hagamos nuestro trabajo con diligencia y no esperemos más premio que la satisfacción del deber cumplido, porque cuando se premia a unos, los otros quedan en desventaja y quién sabe si con méritos superiores. En cuanto a los fallecimientos, respetemos a todos por igual, que todos somos seres humanos.
Un abrazo, amigos de Deza
Chacón ha presidido el acto breve en el buque "Castilla", donde se encuentran los féretros con los restos mortales de los fallecidos, ante unos dos centenares de militares del contingente español en la misión de Haití, compuesto por unos 450 efectivos.
En el hangar de helicópteros del buque, la ministra aseguró que "España se ha movilizado para socorrer a un pueblo afligido". También recordó que, desde que se puso en marcha la misión, han participado unos 300 cooperantes, se han utilizado 27 aviones, se han repartido unas 200 toneladas de ayuda y se han invertido más de 100 millones de euros. "Ahora hay que añadir a esta lista de generosidad y entrega la vida de cuatro compañeros, de cuatro marinos españoles", sentenció Chacón”.
Esta reciente noticia, que todos conocéis, me hace reflexionar sobre los reconocimientos que se hacen a los distintos colectivos profesionales. No hace mucho nuestro amigo Manuel hacía mención sobre reconocimientos entre personal docente. Se podría hablar de otros muchos profesionales, en este caso en el militar, en el que se les considera “héroes” a los soldados fallecidos. Sin restar importancia a las misiones que nuestras FFAA cumplen en las diversas misiones, tanto en el interior como en el exterior de España, me parecen excesivas estas consideraciones. Este mismo accidente con personal de la aviación civil no hubiera tenido el mismo trato.
Esto se escribía el lunes 19, acerca de otro accidente de aviación, uno de cuyos pasajeros era el presidente de Polonia, personaje controvertido y con escaso apoyo popular:
“Polonia despidió y enterró ayer a Lech Kaczynski en Cracovia como si hubiese sido un héroe o un rey. Cerca de 150.000 personas se reunieron en la antigua capital polaca para sepultar al presidente y a su mujer, Maria, en el castillo de Wawel, el lugar donde descansan los reyes, poetas y héroes nacionales polacos”.
Entiendo que sobran muchas medallas y menciones en el trabajo diario y pienso que no tiene especial mérito cumplir con la obligación diaria de la profesión elegida. Los accidentes pueden suceder a cualquiera. Hagamos nuestro trabajo con diligencia y no esperemos más premio que la satisfacción del deber cumplido, porque cuando se premia a unos, los otros quedan en desventaja y quién sabe si con méritos superiores. En cuanto a los fallecimientos, respetemos a todos por igual, que todos somos seres humanos.
Un abrazo, amigos de Deza
Buenos días Deza y amigos del foro: No sé si en nuestro pueblo habrá en el Ayuntamiento un protocolo para premiar algún vecino que se distinga por su honradez, generosidad, pro hombría, heroicidad... etc. Lo digo porque cada gremio que se precie, cada año o en cada circunstancia que se presenta, reparte sus medallas a diestro y siniestro. Lo vemos muy a menudo como en la televisión, por ejemplo, se premian ellos mismos: los artistas, se premian entre ellos; los escritores ídem; los militares otro tanto pues solamente hace falta mirar esa prenda que se llama guerrera (no sé por qué si a la guerra se va de cualquier manera). En cambio en los pueblos, los labradores, pastores y demás parias que los poblamos, no llevamos ni una sola chapa de hojalata en nuestra chaqueta de pana. Deberíamos de darnos vergüenza, sobre todo porque después de malgastar nuestras vidas levantando polvo por los caminos y barbechos, no somos merecedores de lucir nuestras medallas, porque nunca nos las dieron pues hay gente más importante a quien dárselas aunque no hayan levantado en su vida ni un solo un palo del suelo. Por lo menos en la URSS, todo el mundo iba tan contento con su "chatarra" prendida en su ropa dominguera y en eso por lo menos, si que estoy de acuerdo con ellos: ¡O todos o ninguno, carajo!
Un abrazo.
Un abrazo.