OTIS TARDA.
La avutarda común, Otis tarda, de la familia Otididae, es el único miembro del género Otis, que da nombre a la familia. Se distribuye como reproductor en Europa (Península Ibérica y Europa central) y a través del centro de Asia hasta China. Las poblaciones europeas son principalmente residentes, pero las asiáticas se mueven al sur de Asía para pasar el invierno. Su esperanza de vida en libertad es poco conocida, pero se estima en 10-15 años. Tiene un porte majestuoso y tiende a correr cuando es molestada antes que volar. Es gregaria todo el año, pero sobre todo en invierno.
Un abrazo.
La avutarda común, Otis tarda, de la familia Otididae, es el único miembro del género Otis, que da nombre a la familia. Se distribuye como reproductor en Europa (Península Ibérica y Europa central) y a través del centro de Asia hasta China. Las poblaciones europeas son principalmente residentes, pero las asiáticas se mueven al sur de Asía para pasar el invierno. Su esperanza de vida en libertad es poco conocida, pero se estima en 10-15 años. Tiene un porte majestuoso y tiende a correr cuando es molestada antes que volar. Es gregaria todo el año, pero sobre todo en invierno.
Un abrazo.
Estado de conservación.
Se trata de una especie calificada como vulnerable según criterios UICN, debido al declive que han sufrido la mayoría de sus poblaciones por la pérdida y fragmentación de su hábitat. Los factores principales que han determinado está reducción han sido la intensificación agrícola, la extensión de los cultivos de regadio, la construcción de infraestructuras (carreteras, líneas eléctricas, urbanizaciones), la caza y el uso de pesticidas. En el pasado su área de distribución fue mucho mayor, extinguiéndose en la mayor parte de Europa durante los siglos XIX y XX (por ejemplo en las Islas británicas en 1832 y en Rumanía en 1967).
Un abrazo.
Se trata de una especie calificada como vulnerable según criterios UICN, debido al declive que han sufrido la mayoría de sus poblaciones por la pérdida y fragmentación de su hábitat. Los factores principales que han determinado está reducción han sido la intensificación agrícola, la extensión de los cultivos de regadio, la construcción de infraestructuras (carreteras, líneas eléctricas, urbanizaciones), la caza y el uso de pesticidas. En el pasado su área de distribución fue mucho mayor, extinguiéndose en la mayor parte de Europa durante los siglos XIX y XX (por ejemplo en las Islas británicas en 1832 y en Rumanía en 1967).
Un abrazo.
Poblaciones actuales.
Sus poblaciones han sufrido descensos importantes durante los últimos años en toda su área de distribución. En la Península Ibérica se encuentra amenazada por la reducción de su hábitat natural, debido a roturaciones de zonas esteparias, puestas en regadío de los secanos, el furtivismo y los tendidos eléctricos.
Hasta los años ochenta la Avutarda fue pieza cinegética en España, situación que provocó un gran declive de sus poblaciones y la desaparición de muchos núcleos de reproducción. En las últimas décadas, la intensificación agrícola (implantación de regadíos, abandono de prácticas extensivas tradicionales, roturación de pastizales naturales, pérdida de barbechos de larga duración, etc.), la expansión urbanística y proliferación de infraestructuras, caza ilegal y colisión con tendidos eléctricos son las principales amenazas responsables de su delicada situación de conservación actual. Todo ello ha supuesto su inclusión en la categoría de vulnerable para España.
Un abrazo.
Sus poblaciones han sufrido descensos importantes durante los últimos años en toda su área de distribución. En la Península Ibérica se encuentra amenazada por la reducción de su hábitat natural, debido a roturaciones de zonas esteparias, puestas en regadío de los secanos, el furtivismo y los tendidos eléctricos.
Hasta los años ochenta la Avutarda fue pieza cinegética en España, situación que provocó un gran declive de sus poblaciones y la desaparición de muchos núcleos de reproducción. En las últimas décadas, la intensificación agrícola (implantación de regadíos, abandono de prácticas extensivas tradicionales, roturación de pastizales naturales, pérdida de barbechos de larga duración, etc.), la expansión urbanística y proliferación de infraestructuras, caza ilegal y colisión con tendidos eléctricos son las principales amenazas responsables de su delicada situación de conservación actual. Todo ello ha supuesto su inclusión en la categoría de vulnerable para España.
Un abrazo.
No obstante, la población ibérica es la mayor del mundo, acogiendo casi la mitad de la población mundial. En 2005, SEO/BirdLife publicó una monografía con los resultados de los censos efectuados en la Península Ibérica entre 2000 y 2005 según el cual el tamaño de la población existente actualmente es de unas 25.000 avutardas, casi la mitad en la Castilla y León (comarca de Tierra de Campos, muy importante en villas como Villafáfila y sus lagunas saladas), unas 6.000 en Extremadura, 4.500 en Castilla-La Mancha, 1.200 en la Comunidad de Madrid y menos de un millar en Andalucía (núcleos de Bujalance y Osuna). Las poblaciones centroeuropeas están casi extinguidas, quedando sólo algún núcleo de interés en las estepas húngaras. Las poblaciones asiáticas son mucho menos conocidas, pero parecen encontrarse en un estado de conservación muy desfavorable.
Un abrazo.
Un abrazo.
El macho.
El macho de esta especie está entre las mayores aves voladoras actuales, junto a la Avutarda Kori (Ardeotis kori) y algunos cisnes (Cygnus). El tamaño de un macho adulto de Avutarda Común es de unos 1,1 metro de longitud y una envergadura de 2,4 metros, su peso medio está en torno a 13,5 kg, con citas de aves de 18 kg y un máximo documentado de 21 kg. Hay relatos de especímenes aún más grandes, pero no están verificados.
Un abrazo.
El macho de esta especie está entre las mayores aves voladoras actuales, junto a la Avutarda Kori (Ardeotis kori) y algunos cisnes (Cygnus). El tamaño de un macho adulto de Avutarda Común es de unos 1,1 metro de longitud y una envergadura de 2,4 metros, su peso medio está en torno a 13,5 kg, con citas de aves de 18 kg y un máximo documentado de 21 kg. Hay relatos de especímenes aún más grandes, pero no están verificados.
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