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DEZA: LA CRISIS DEL MODELO PRODUCTIVO ESPAÑOL Y SU REFORMA...

LA CRISIS DEL MODELO PRODUCTIVO ESPAÑOL Y SU REFORMA II (Continuación)

4-. El mercado laboral
-. Es esencial para la competitividad. Está compuesto de trabajadores mayores, con menor nivel relativo medio de cualificación, pero con contratos indefinidos y con costes de despido un 25% superiores a la media europea, y de trabajadores jóvenes, con mayor nivel medio de cualificación, con contratos temporales, sin apenas costes de despidos y que no reciben formación continua suficiente en la empresa para mejorar su productividad. Esto provoca una segmentación en el mercado de trabajo que confiere mayor poder de negociación a los amparados por contrato fijo

-. Destaca la elevada tasa de temporalidad 32,8% frente al 14,2% de la UE-27 y el escaso peso relativo del empleo a tiempo parcial 12,4% respecto a la media de los países de UE-27 y la elevada incidencia del desempleo sobre los jóvenes que es una de las más elevadas de la UE-27.

-. En cuanto al nivel de cualificación de los parados, se constata que el paro afecta con mayor intensidad a los trabajadores menos formados.

-. Los ciclos de empleo de la economía española son más acusados que los de la UE: mayor destrucción relativa de puestos de trabajo en las crisis y mayor creación de empleo en las expansiones.

-. Diversos informes internacionales y de expertos señalan que el mercado laboral español adolece de debilidades como: elevado absentismo laboral; falta de flexibilidad en las relaciones laborales que después comentaremos; cuestiones relativas a la contratación colectiva, como la prevalencia de la negociación sectorial a la empresarial; los costes de despido colectivo y la relativa rigidez de la regulación de empleo (por ejemplo, se otorga el mismo tratamiento a todas las empresas que superen 300 trabajadores y se declara colectiva la medida que afecte a más de 30 empleados).

-. Tenemos uno de los mercados de trabajo más injustos e ineficientes de los países desarrollados.

-. Injusto porque el ajuste recae siempre sobre los mismos, los trabajadores temporales y los últimos en entrar (jóvenes, mujeres y emigrantes), que normalmente están poco afiliados y representados por los sindicatos

-. Ineficiente porque: 1-. La inexistencia de movilidad funcional, geográfica y salarial hace recaer la totalidad del ajuste sobre el volumen de empleo
.2-. Los mecanismos de negociación colectiva hacen difícil ajustar los salarios a la productividad y se anclan en la inflación pasada y en la recuperación de la capacidad adquisitiva, en vez en la competitividad externa, como sucede en las naciones más abiertas y dinámicas.
3-. Porque la alta temporalidad resultante desincentiva la inversión en capital humano del trabajador y de la empresa, lo que a su vez hace que las incorporaciones de capital físico (maquinaria, equipos …) sean menos productivas e indirectamente contribuye a perpetuar la brecha tecnológica.

-. El concepto de flexibilidad laboral implica capacidad de adaptación de la fuerza laboral a nuevos procesos productivos, bien porque la innovación dentro de la empresa obliga a esta adaptación, o bien porque supone una mejor incorporación de la mano de obra parada en otros sectores productivos o con otros subsectores productivos dentro del mismo sector.

-. El concepto de flexibilidad laboral hace referencia a la movilidad geográfica. La falta de conciliación familiar y la heterogeneidad de la educación, además de los problemas existentes en vivienda y alquiler, obstaculizan que un trabajador pueda cambiar de un lugar a otro a mitad del calendario escolar. Hay que facilitar la movilidad de la mano de obra, fomentando el mercado de alquiler.

-. El objetivo del a reforma no puede ser otro que acabar con la dualidad del mercado, la rigidez y modalidades de la negociación colectiva y aumento del grado de la flexibilidad laboral.

-. Se debe intensificar en las políticas de empleo los esfuerzos de coordinación de los diferentes subsistemas de formación profesional, formación ocupacional (destinada a los parados), formación continua (destinada a ocupados), adoptando su diseño a las necesidades cambiantes del proceso productivo y a las características específicas de la población ocupada y parada.

-.5-. Los Fondos europeos
- La Política de Desarrollo Regional de la UE (PDRUE), también denominada Política de Cohesión y Política Estructural ha sido fundamental para la economía de nuestro país. Los Fondos de Cohesión solo financian sectores del medioambiente e infraestructuras de transporte y canaliza sus recursos hacia los 15 estados menos desarrollados de la UE y no hacia las regiones, que lo hacen los Fondos Estructurales Nuestro PHN, la modernización de la red de carreteras, la creación de trenes de alta velocidad, la depuración de aguas residuales, etc han sido financiados con fondos de cohesión. La aportación de los fondos europeos a nuestra economía han disminuido a partir de 2.007. La redistribución de los fondos de cohesión hacia la economía de los nuevos socios, en perjuicio de los anteriores beneficiarios, van a implicar para nuestra economía, una disminución de recursos disponibles para desarrollar la política de cohesión. El Banco Europeo de Inversión BEI adquiere gran importancia para conseguir préstamos por parte de España.

-.6-. La UE y sus nuevos socios
-. La escasa mejora de la productividad y los insuficientes esfuerzos en mejorar la calidad de la oferta y fuerza del trabajo, nos hacen perder competitividad y ha aumentado la vulnerabilidad y fragilidad de la economía española frente a los más importantes socios de la eurozona y de los nuevos socios de la UE-16, que muestran una creciente capacidad competitiva y un solapamiento en mercados decisivos, como automóviles, componentes electrónicos, motores o productos eléctricos, en los que la posición española parece estancada o en retroceso.-. Las ventajas en costes laborales o fiscales de los nuevos socios de la UE del este, su muy inferior nivel general de precios, el relativamente importante nivel educativo y la cualificación profesional de la fuerza del trabajo, su mayor potencial de crecimiento hará que la inversión productiva va a seguir dirigiendo los próximos años, hacia aquellos países, aumentando los procesos de localizaciones, de inversión y desvíos de nuevas inversiones que afectarán a la economía española.

-. Se observa que los nuevos socios de la UE están evolucionando hacia una especialización creciente de los sectores de tecnología alta-media y están superando a la industria española en términos de producción y exportación. -.7-. Balanza de bienes y servicios y comercio internacional-. Los déficits de nuestra balanza de bienes y servicios son permanentes. España sigue importando muchos bienes de alta tecnología, de valor añadido y exporta productos de baja tecnología, como automóviles, lo que origina el permanente déficit por cuenta corriente. Años atrás estos desequilibrios eran compensados con los ingresos por turismo, sector que crece muy poco por la fuerte competencia con otros países mediterráneos y caribeños. Al contrario que nosotros, la UE-15 muestra mayor peso en las exportaciones de los bienes de alta tecnología y un menor peso, en las exportaciones de los bienes de baja tecnología.

-. La irrupción de los países emergentes asiáticos en los mercados internacionales, ha afectado negativamente a nuestra cota de mercado mundial y a las cotas de exportación española a los mercados UE-16 y UE-27.

-. El aumento de los precios del petróleo ha perjudicado a nuestra economía

-. Existe una elevada concentración de nuestras exportaciones hacia UE (75%) y se ha agudizado la competencia en precios de las economías emergentes y los nuevos socios de la UE-16.

-. Tanto por la orientación geográfica de nuestro comercio exterior, como por la composición de nuestras exportaciones, la ampliación de la UE hacia el Este, ha representado una amenaza para nuestra economía, que conoce abultados déficits comerciales, una dependencia excesiva respecto de la industria de automoción y una débil posición en las industrias de mayor calado tecnológico. Mientras que los nuevos socios europeos han conocido un indudable proceso de industrialización, España parece instalada en una inquietante inercia estructural. Los nuevos socios se sitúan en segmentos de calidad de mercado similares a nuestra economía.