Buenas tardes amiga Las Matas: Había un hombre que tenía 17 vacas (quizá fuese de La Nuez de Arriba pues en Deza nunca ha habido tal cantidad juntas) y las dejó en herencia a sus tres hijos. Al mayor le correspondía la mitad de los animales; al mediano un tercio y al menor un noveno. La condición era que no se tenía que sacrificar ninguna pues se las tenían que llevar a sus casas andando. Total que pensando y pensando llegaron a una reparto muy razonable y todos ganaron y marcharon contentos con sus vaquiñas caminado hacia sus respectivos establos. ¿Solución...?
Un abrazo.
Un abrazo.
Buenos dias Abuelo
Los jóvenes herederos estaban desesperados, ya que evidentemente no podían repartir las 17 vacas de esta manera sin la colaboración del carnicero. Buscaron finalmente los consejos de un anciano y sabio amigo que prometió su ayuda. Al siguiente día se presentó llevando una vaca de su propiedad. La juntó a los 17 y dijo a los hermanos que ya podían proceder al reparto. El mayor se llevó la mitad de los 18, o sea 9, el mediano un tercio de los 18, es decir 6; y el pequeño un noveno de los 18, o sea 2. Cuando ya se hubieron llevado loa 17 primeras vacas, el anciano cogió la suya y se marchó. ¿El truco?
Un saludo
Los jóvenes herederos estaban desesperados, ya que evidentemente no podían repartir las 17 vacas de esta manera sin la colaboración del carnicero. Buscaron finalmente los consejos de un anciano y sabio amigo que prometió su ayuda. Al siguiente día se presentó llevando una vaca de su propiedad. La juntó a los 17 y dijo a los hermanos que ya podían proceder al reparto. El mayor se llevó la mitad de los 18, o sea 9, el mediano un tercio de los 18, es decir 6; y el pequeño un noveno de los 18, o sea 2. Cuando ya se hubieron llevado loa 17 primeras vacas, el anciano cogió la suya y se marchó. ¿El truco?
Un saludo